La entrada de tu casa dice mucho de nosotros. Entrar y encontrarte un entorno agradable siempre reconforta y cuando vayan a casa tus visitas les llamará la atención lo bonito que lo tienes, todo nada más cruzar el umbral. Es lo que vemos con artículos tan básicos pero imprescindibles como los zapateros, y aquí Ikea tiene uno que está llamando poderosamente la atención, también por su gran y económico precio. De hecho, no lo encontrarás más barato.
Tanto si tienes mucho espacio como si tienes un trocito reducido para mantener el orden, seguro que puedes hacer de esta estancia una parte acogedora, quizá este sea el gran olvidado de la casa o simplemente es tan pequeño que no has reparado en él. Pero el recibidor de tu hogar merece tener protagonismo, que lo cuides, que lo mimes y que lo decores como se merece. Por eso, y para que tengas un hogar lo más cómodo y estiloso posible, damos con uno con el que Ikea está sorprendiendo: es el más vendido.
Este zapatero de Ikea es perfecto para acomodar en la entrada de casa
Es más; si la nuestra es una casa o piso pequeño, algo que les caracteriza a estas es que tienen que aprovechar sí o sí al máximo el espacio. Cualquier rincón es susceptible de ser explotado, pero la clave es que estos espacios puedan tener, a la vez, la máxima comodidad para todos sin que afecte necesariamente al equipamiento del resto del hogar. Por esto, y visto de una manera más que atractiva, nos hemos prendado del zapatero que Ikea vende ahora en sus tiendas.
Así, en la cadena sueca, tanto de mobiliario como de decoración, tienen muchos artículos con diferentes medidas para que consigas dar a tu recibidor un toque cálido y, sobre todo, que pueda adaptarse a tus necesidades. De ahí que se observen piezas tan modélicas como el zapatero de la serie Trones, el mismo que llegó al escaparate hace no demasiado tiempo y que ahora se ha hecho tan popular que todos los hogares lo buscan.
De la serie Trones, el de Ikea tiene un aspecto vanguardista
Decorativo, barato, práctico y muy muy versátil, hablamos del zapatero Trones, un básico de Ikea que tan solo vale 20 euros y que no debería faltar en tu casa. En pack de dos, se hace muy apto para transformar el recibidor (o incluso la habitación donde queramos colocarlo) de una manera rápida y sencilla. Así, y de aspecto vanguardista, con él podemos tener una cómoda, un mueble para el recibidor, una mesilla de noche, un cabecero con almacenaje e, incluso, un bonito mural para el salón.
Además, sus dimensiones reducidas (52x18x39 cm) lo convierten en una solución perfecta para espacios pequeños. En este caso no es necesario hacer ninguna transformación del mueble Trones, solo cambiar su uso de zapatero a cabecero: une los que necesites de acuerdo al tamaño de tu cama y utilízalo, además, como espacio extra de almacenaje en el dormitorio (puedes guardar libros, ropa de cama, prendas de otra temporada…).
Es combinable en multitud de formas (incluso colgarse de la pared)
En esta dirección, este de Ikea disfruta de un precio sin competencia, un Trones que está disponible en dos colores: blanco y negro. Cada pieza consta de dos zapateros situados uno encima del otro y, dado que sigue un sistema modular, puedes crear todas las combinaciones que necesites y, además, utilizar la parte superior a modo de estante. Con todo, al tener poco fondo, ocupa poco espacio y es ideal para guardar zapatos o cualquier tipo de prenda.
Una de sus grandes ventajas es que es un mueble estrecho (18 centímetros de fondo), lo que lo convierte en una pieza perfecta para pasillos, recibidores pequeños o lugares con poco espacio. Por su parte, al ser tan versátil, permite adaptarse a tus necesidades; o lo que es lo mismo: si estas cambian, o prefieres darle una nueva vida tras un tiempo, puedes ampliar el espacio de almacenamiento apilando varios armarios o colocándolos uno al lado del otro.
De todas formas, también cuenta con la posibilidad de colgarse de la pared gracias a sus dos orificios traseros, así que no siempre tenemos que tenerlos a ras de suelo. Estos orificios también pueden usarse para asegurar los zapateros a la pared y conseguir así más estabilidad.