Las celebraciones saben mejor si las acompañas con algún espumoso, ¡de eso estamos seguros! Sobre todo por las espumas perladas que te activan el paladar y hacen explosión en la boca. Pero cuando vas a comprar te preguntas ¿cuál es la diferencia entre champagne y cava, uno es mejor que otro, cuál escoger? En este artículo te explicaremos esos detalles técnicos que los separan y les confieren su calidad propia.
Ya te lo decimos, si lo que buscas es acompañar el postre con estas bebidas elegantes toma en cuenta que si se trata de un sabor cítrico o de tonos amargos, es mejor un brut o extra seco; mientras que si es un plato dulce lo idóneo será un rosado, doux o semi seco. Ahora, si lo tuyo no es el alcohol pero amas el sabor de la fruta, puedes comer uvas que te aportan muchos beneficios.
5 diferencias entre el champagne y el cava
1. El lugar de elaboración
- El champagne es elaborado en la región de la cual tomó su nombre, Champaña, ubicada al nordeste de Francia. Y así como ocurre con nuestros turrones, existe una ley que protege la denominación de origen; es decir, que los únicos espumosos provenientes de dicha área pueden llamarse champán o champagne.
- El cava procede de España, de una región conformada por 159 municipios: La Rioja, Extremadura, Aragón, Valencia y principalmente Cataluña. La denominación de origen, además del lugar, tiene que ver con que esos vinos espumosos necesariamente sigan el método tradicional de elaboración.
2. Condiciones geográficas y climatológicas
- Tanto el clima como el suelo influyen en el sabor singular que caracteriza a cada espumoso. Las uvas de la zona Champaña no tienen largas exposiciones al sol, al contrario, son aptas para soportar condiciones de frío y lluvia. Su suelo es ácido y por eso las uvas que se cultivan son de tipo chardonnay o pinot.
- Los cultivos españoles del cava, propio del mediterráneo, sí tienen la capacidad para soportar amplios lapsos de tiempo al sol y los suelos son principalmente calcáreos o arcillosos.
3. Tipos de uvas
- Como mencionamos, para el champagne se usan dos uvas tintas, las Pinot Meunier y Pinot Noir, más una blanca, la Chardonnay. Pueden mezclarse las tres o elaborar el licor por separado como ocurre con el Blanc de Blancs, por ejemplo, que solo contiene el tipo Chardonnay. También pueden crearse sabores excepcionales mezclando vinos de distintas vendimias.
- El cava presenta dos uvas blancas, Macabeo y Xarel-lo, más una tinta, Parellada. Actualmente se incorporan los rosados para los cuales se agrega Trepat.
4. Maduración
Otra de las diferencias marcadas entre champagne y cava es que mientras que el champán requiere al menos 5 años para madurarse, el cava presenta diferentes tiempos de fermentación y ello le confiere más o menos calidad; el tipo joven solo necesita un máximo de 15 meses para fermentar, el llamado reserva de 15 a 30 meses, la gran reserva más de 30 meses para obtener sus notas únicas.
5. Precio
Debido a que el tipo de maduración requiere un proceso más arduo y especializado, el champagne siempre tendrá un precio superior al cava; de hecho, una botella se cotiza por encima de los 15 euros, un precio accesible pero no representa los espumosos de más elevada calidad y distinción que pueden costar incluso más de 100 euros. El precio del cava varía según sea joven, reserva o gran reserva; las botellas más baratas cuestan de 5 a 8 euros.
5 similitudes entre el champagne y el cava
- Así como existen diferencias puntuales entre champagne y cava, también hay similitudes que debes conocer. La primera es muy obvia, el color blanco o claro para la mayoría de las presentaciones. Te preguntarás cómo se logra si ambos usan uvas tintas además de las blancas, pues resulta que en la fase de estrujado se utilizan métodos para que la piel de la uva no tiña el mosto.
- El proceso para obtener ambos se denomina champenoise, que implica, entre otras cosas, realizar una segunda fermentación en la botella para producir las burbujas.
- Tanto el champán como el cava se clasifican por la cantidad de azúcar que agregan al fermentado. Así tenemos desde un brut nature con 3 gramos por litro y sin azúcar añadido, hasta un dulce o doux que sobrepasa los 50 gramos por litro.
- La copa para servir debe ser alta y delgada, similar a la forma de un tulipán. Con esto se logra más espacio para las burbujas y concentrar el delicado olor.
- Se sirve con la copa inclinada, dos tercios como máximo, a una temperatura entre 4 y 6 grados centígrados.