A quién no le apetece tener un lugar el que relajarse y olvidarse de todo. Eso es precisamente un chill out. Y la terraza, el patio, el porche o el jardín son lugares perfectos para ello. ¿Necesitas mucho espacio? No necesariamente. Y tampoco necesitas gastar mucho en su decoración. Queremos mostrarte cómo tener ese rinconcito perfecto de una manera supersencilla.
Ante todo, ten en cuenta de que lo que se trata es de buscar la máxima comodidad. Y para ello son importantes los muebles, los complementos y hasta la iluminación. En líneas generales, lo ideal es optar siempre por materiales naturales, desde la madera al bambú, el mimbre, el lino o el algodón. Esos materiales son cálidos, nos conectan con la naturaleza y nos invitan a relajarnos. ¿Pero qué más debes tener en cuenta en su decoración? Vamos a verlo.
Elige el mejor rincón de la terraza para poner tu chill out
Si la terraza es pequeña no tendrás mucha posibilidades para elegir: sí o sí esa zona tendrá que ocupar el lateral más amplio. Pero si el espacio no es problema, conviene que elijas muy bien dónde vas a instalar tu rinconcito. Lo ideal es que sea un lugar lo suficientemente amplio para poner todos esos muebles que harán falta: sofás, algún sillón o incluso una cama balinesa si es lo que te apetece, sin olvidar una mesa de centro y auxiliares.
Pero hay otros dos aspectos importantes. Por un lado, intenta que el chill out esté en un lugar recogido, lo más alejado posible de fuentes de ruidos, eso te permitirá el descanso. Por otro, evita zonas donde el sol incida con fuerza o, al menos, intenta poner una sombra adecuada, ya sea un toldo o una pérgola. Decidido el lugar, queda lo más importante: dar forma al chill out.
Cómo decorar una zona chill out con mucho estilo
Para que todo sea mucho más sencillo, vamos a ir por partes. Pero ten en cuenta que se trata de un espacio muy íntimo, por lo que es fundamental que lo personalices, que le des tu toque particular. ¿Qué debes tener en cuenta?
Mobiliario y complementos textiles
Importante: un chill out debe ser extracómodo. Y eso no significa que gastes un dineral en sofás. Puedes hacer el mobiliario con palés y colocar unas colchonetas muy mullidas. Más sencillo todavía: con esas colchonetas en el suelo, unos pufs y unos cojines es fácil dar forma a un rincón de estilo boho irresistible.
Si prefieres mobiliario más clásico, opta siempre por esos materiales naturales, preferiblemente madera sin tratar, ratán o mimbre. Y en cualquiera de los casos, los complementos textiles son fundamentales, sobre todo los cojines, muchos cojines. Tampoco hay que olvidar, las alfombras y alguna manta por si las noches refrescan.
Los colores
Hablamos de un espacio para relajarse, por ello, es mejor que los colores sean suaves, preferiblemente neutros. Grises y ocres son perfectos. Pero si quieres un espacio más personal, no tengas miedo a introducir otros colores: azul para darle un toque muy mediterráneo; colores vivos como naranjas, rojos y morados si buscas un estilo con un toque árabe; o estampados de diseño étnico para darle un toque más alegre.
En cualquier caso, siempre es mejor que introduzcas esos colores más vivos en los complementos. Apostar por una base neutra tiene la ventaja que solo tendrás que cambiar esos complementos para dar un aire completamente diferente al chill out.
La iluminación perfecta
Si hay un momento en el que un chill out se disfruta especialmente es cuando cae la noche. Por eso es importante que sepas cómo iluminarlo. Deben ser siempre luces cálidas y tenues para crear un ambiente de intimidad, pero que te permitan ver. Las guirnaldas de luces on perfectas, además las hay solares, de modo que no necesitarás conexión a la electricidad. No olvides como complementos los farolillos o las velas para darle un toque aún más acogedor.
La importancia de los detalles
Es en los detalles como mejor puedes introducir ese toque personal a tu chill out. La elección de los textiles será importante, pero hay otros elementos que harán que sea único y especial. Puede ser alguna pieza de artesanía que te guste especialmente, un mueble de aire vintage o una manta tejida a mano. Cualquier detalle con el que te sientas especialmente a gusto será bienvenido en el chill out.
Y aún queda un detalle que nunca puede faltar: las plantas. Darán al chill out un aspecto mucho más acogedor y refrescarán el ambiente cuando el calor apriete. Puedes elegir las que más te gusten, grandes o pequeñas, pero cuida siempre que soporten bien la climatología. Y, si todavía quieres algo diferente, atrévete a colocar un jardín vertical, más decorativo, imposible.