La uva es la fruta que da la bienvenida al Año Nuevo en España. En la noche de Nochevieja se come doce: una por campanada. Esta es una tradición que siguen prácticamente todos los españoles en este día tan especial. No obstante, es posible que a ti no te gusten mucho las uvas, y por ende no quieras empezar el año con un mal sabor de boca; o que no te queden en casa y se te haya pasado comprar. No te preocupes, porque puedes celebrar la llegada del nuevo año a tu manera. En este artículo, encontrarás tres alternativas que esperamos que te puedan encajar.
¿De dónde viene la tradición de comer uvas en Nochevieja?
Tomar doce uvas al son de las campanadas te trae buena suerte y prosperidad para empezar el año con buen pie. Esta tradición comenzó en España, donde se despide el año con el sonido de las campanas localizadas en la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol de Madrid. Cada uva representa un deseo para cada uno de los meses del próximo año. Esta forma de celebrar la Nochevieja se ha extendido a otros países y regiones, como Portugal o Latinoamérica.
Una de las teorías más aceptadas para explicar el origen de esta costumbre es que, en el año 1909, los productores de uvas decidieron dar más salida a este producto tras una cosecha excelente. Se vendieron como “uvas de la suerte”, en paquetes de doce, simbolizando los doce meses del año. A lo largo de los años, esta tradición se ha ido puliendo. Hoy en día, muchos dicen que las uvas son un símbolo de abundancia, y que cada vez que se come una hay que pedir un deseo.
Tres alternativas si no quieres o no puedes comer uvas
No hay ningún problema si en Nochevieja decides seguir la tradición de despedir el año a tu manera: no vas a tener mala suerte por ello. En caso de que no te gusten demasiado las uvas o no tengas en casa y no te haya dado tiempo a comprarlas, te ofrecemos tres posibles soluciones a las que recurren más personas de las que crees en casos de emergencia:
- Uvas pasas: lo bueno es que no tienen pipo o hueso, y por eso se comen más cómodamente. Además, son de hecho uvas que se han secado en la propia vid gracias a los rayos del sol o mediante otros procedimientos. En muchos países hispanoamericanos se comen en Año Nuevo.
- Gominolas: si eres un poco más goloso, puedes seguir una tradición que viene de Salamanca (Castilla y León). Durante el penúltimo jueves lectivo del mes de diciembre, la Plaza Mayor de la ciudad recibe a muchos estudiantes de todas partes de España para celebrar por adelantado su particular Nochevieja universitaria. A las doce de la noche, consumen doce gominolas, una por cada campanada. Esta costumbre es tan popular en este lugar que existen varios puestos que venden bolsas de doce chuches sabor uva para la ocasión.
- Croquetas: seguramente sea la menos práctica, pero nadie niega que las croquetas son un auténtico manjar. En lugar de prepararlas tú, puedes comprar precocinadas y de tamaño más pequeño que el habitual. ¿Qué mejor que despedir el año en España con un plato español y tan rico? Eso sí, si las vas a hacer, que tengan un tamaño que te permita seguir el ritmo de las campanadas sin atragantarte.