Cada una de las frutas y verduras tiene sus propiedades particulares y funciones en el organismo. El caso del rábano, una hortaliza que no es tan popular pero sí muy beneficiosa, no es una excepción. Los hay de distintas formas: hay rábanos redondos, hay otros que tienen una forma similar a la de una zanahoria… pero generalmente son redondos, puntiagudos y de color rojo. Seguro que los sabrás identificar en el supermercado cuando vayas a comprarlos. En este artículo, queremos hablarte de los beneficios de este vegetal, para convencerte de por qué debes incluirlo en tu dieta, al menos de vez en cuando.
El origen del rábano
Esta hortaliza proviene de Eurasia y del este del Mediterráneo. En realidad, existen distintos tipos y también muchas pruebas de que formaban parte de la dieta de las personas en culturas antiguas. Los griegos en el siglo III a.C. escribieron acerca de sus rábanos, y en el año 100 d.C., los escritores de la Antigua Roma describían en sus textos distintas variedades de este vegetal. Se dice también que formaba parte de la alimentación de los constructores de las pirámides de Egipto.
La superficie ocupada por este cultivo en 1984 en España era de 1.100 hectáreas aproximadamente, un 0,23% de las dedicadas a las hortalizas. Esa es una de las explicaciones de la escasa popularidad del rábano en este país. Sin embargo, eso no significa que no sea un cultivo de interés para varias comunidades autónomas. Países Bajos es uno de los principales importadores de rábano español, además de otros como el israelí o el estadounidense.
Propiedades y beneficios del rábano
El rábano es una hortaliza cuyo 94% es agua. Solo un 0,54% de esta hortaliza es grasa, y un 0.6% es proteína. Entre sus demás nutrientes, encontramos un 1,6% de fibra y casi un 4% de hidratos de carbono. Por eso este vegetal se utiliza mucho en ensaladas, porque es muy ligero y saludable. Entre sus principales beneficios a la salud, encontramos los siguientes:
- Fortalece el sistema inmunológico: el rábano es rico en vitamina C, un importante antioxidante que nos puede proteger de resfriados comunes, virus, bacterias y otros tipos de enfermedades infecciosas.
- Facilita el proceso de digestión: por su alto contenido en agua, ayuda a que este proceso fluya de manera mucho más natural. Este efecto normaliza la flora intestinal.
- Ayuda a combatir las enfermedades cardiovasculares: el rábano tiene altos niveles de potasio, el cual incide en la regularización de la presión arterial, uno de los principales factores de riesgo de la aparición de enfermedades cardiovasculares.
- Te sacia mucho: tiene un alto contenido en fibra, y eso explica que la sensación de saciedad se alcance rápidamente y perdure por más tiempo. Esto hace que sea una hortaliza ideal para dietas de adelgazamiento.
- Son diuréticos: como un elevado porcentaje del rábano es puro agua, ayuda a mantener hidratado el cuerpo y lo ayuda a deshacerse de toxinas indeseadas.