El Cardo está considerada una verdura mediterránea, sin embargo es muy apreciada en todos los rincones europeos dado que mantiene un perfil de manjar exótico y puedes utilizarla perfectamente ya sea como un delicioso y nutritivo alimento y de forma medicinal para ayudar a solventar muchas dolencias. Esta denominación es común para muchas variedades de plantas de la familia de las compuestas “Compositae” y generalmente está asociada a la navidad y al invierno aunque perfectamente puedes conseguirla durante todo el año. Veamos a continuación las diversas formas de comerla y de cocinarla con base a tus personales necesidades.
Cómo se puede comer o cocinar los cardos
Ya sea como alimento o como medicina el cardo necesita de ciertas reglas establecidas durante su adecuación o proceso de cocción para ser consumida, mira la forma correcta de hacerlo y aprovecha todo lo que esta legendaria, nutritiva y curativa verdura puede ofrecerte.
Elección, limpieza, cocción y conservación del cardo
El cardo es una de esas verduras que se niegan a morir y que mantiene muy baja compatibilidad con la cocina actual dado que necesita de cierto tiempo para su correcta preparación. Para aquellos que si conocen su valor es una verdura excepcional con mucho valor nutricional y medicinal y que bien vale la pena la inversión de tiempo que requiere.
Escoge los cardos pequeños, son más tiernos y sabrosos
Ten en consideración que es mucho más factible comprar 2 cardos de tamaño pequeño que 1 grande, ¿por qué?: porque simplemente los más pequeños son mucho más sabrosos. Estos requieren al menos 1 hora de cocción, pero tienes que tener mucho cuidado porque estas pencas en su interior (el corazón) son mucho más blandas y es posible que puedan resultar sobre hervidas.
La limpieza como antesala a la cocción del cardo
La limpieza consiste en retirar las zonas externas de las pencas así como todos los molestos hilos o filamentos que tienen los tallos. Esta acción se lleva a cabo desde arriba hacia abajo tratando de eliminar la parte fibrosa de una forma muy similar como si se pelaran. Una vez culminado todo este proceso se deben de cortar las pencas en trozos de unos 4 o 5 cm de longitud y sumergirlos en una mezcla de agua fría con limón para evitar su oxidación y tener presente que si no usas guantes tus manos se mancharan de color marrón y se volverán amargas al gusto.
El tiempo de cocción del cardo y como congelarlo óptimamente
Luego de limpiarla y cortarla en trozos esta verdura acepta ser congelada, pero debes de proceder a escaldarla al menos durante un tiempo de unos 5 minutos en agua hirviendo.
Para la cocción es importante acotar que es un proceso largo y de al menos 1 hora en ollas normales, con algunas variaciones en dependencia de la dureza del agua, pero con márgenes que mantienen tiempos máximos de +/- 15 minutos.
Los expertos recomiendan hervirlo con 1 cucharada de harina para que logre mantener un color atractivo y para alcanzar la máxima atenuación de su amargo sabor. Para los que no puedan conseguirlo en su estado fresco existen conservas de cardo elaboradas de forma industrializada donde efectivamente pueden funcionar como una excelente alternativa para su consumo.
El cardo como infusión gracias a la similarina
Las semillas de cardo son perfectas como complemento medicinal gracias a que contienen sustancias activas excelentes para nuestra salud y una de las más importantes es la silimarina. Capaz de lograr proteger de forma eficaz a tu hígado al igual que el pepino y la zanahoria logran proteger tus riñones. Esta silimarina consigue su regeneración y son infusiones perfectas para ser utilizadas en personas que atraviesan procesos para combatir problemas de intoxicación por toxinas o por alcoholismo.
Para preparar dichas infusiones se trituran las semillas (5 gramos de ella por cada taza de agua) y puedes consumir hasta 3 tazas por día. Es importante que puedas revisar esta información con un especialista en medicina para evitar cualquier tipo de interacción con algún medicamento que estés consumiendo y así evitar problemas adicionales.