Lo hemos escuchado durante toda la vida, «el desayuno es la comida más importante del día». Sin buscarle demasiada explicación, lo hemos aceptado y hay quien se llevaría las manos a la cabeza si le dices que sales de casa o te vas al trabajo sin desayunar.
No vamos a discutir que el desayuno es una comida muy importante. De eso no cabe ninguna duda. Cumple la función de poner en marcha nuestro metabolismo después de varias horas de inactividad y regula el ritmo al que nuestro cuerpo utiliza los nutrientes que le damos a lo largo del día. Un desayuno completo y equilibrado es fundamental en nuestros hábitos de alimentación diaria. Pero, ¿de dónde viene la idea de que es la comida más importante? ¿Es cierto esto? Vamos a intentar aclarar estas dudas.
El debate del desayuno como alimento y comida principal
Aunque hemos aceptado esta importancia insuperable del desayuno sobre el resto de comidas del día, ahora existen voces expertas que discrepan de esta idea. Es cierto que cuenta con algunas particularidades que no se dan en otro momento del día y hay que prestar una atención especial. Pero para algunos científicos y expertos en nutrición esta afirmación es solo un mito, por mucho que nos empeñemos en repetirlo.
El desacuerdo con la idea de que el desayuno es la comida más importante del día, según estas voces discordantes, podría venir de una relación causa-efecto un tanto ilusoria. Las personas que no desayunan bien suelen presentar mayores problemas relacionados con el sobrepeso, la forma física o el aspecto, pero no tiene porque deberse única y exclusivamente a un mal hábito en el desayuno. El razonamiento para estos científicos sería como afirmar que hacer deporte es malo para salud, porque las lesiones son más frecuentes en personas activas que en personas sedentarias.
No tener buenos hábitos de desayuno suele formar parte de otros malos hábitos de alimentación en el resto de comidas del día. A estilos de vida desorganizados o poco saludables. Con lo que es normal que se den más problemas nutricionales en personas que no desayunan adecuadamente.
La importancia de desayunar bien.
Pero como hemos dicho al principio, en efecto, el desayuno es una de las comidas más importantes del día. Y puede ser la mejor en tanto que tomemos alimentos que ayuden a nuestro cuerpo a afrontar las primeras horas de la jornada. Habitualmente, las más activas física e intelectualmente.
¿Qué entendemos por un desayuno completo?
Es muy común saltarse el desayuno con la intención de adelgazar. El razonamiento es que si tienes un trabajo sedentario o con poca actividad física, el desayuno nos acabará engordando. Error. Es necesario desayunar para acelerar el metabolismo y que quememos más grasas. Si nuestro metabolismo se acostumbra a un ritmo lento, tardaremos más en quemar las grasas y repartir los nutrientes del resto de comidas del día. Además, la sensación de saciedad que nos aporta un desayuno abundante y sano evitará las comidas y el picoteo de snacks o dulces entre horas. Ese engaño en el que parece que no comemos aunque en realidad no paramos de hacerlo. Y sin ningún tipo de control.
Un desayuno completo, por tanto, es el que incluye fruta, preferiblemente cítricas por su gran aportación de vitaminas y agua y su bajo contenido graso, cereales y fibra. El desayuno debe tener un aporte calórico, es inevitable. Sencillamente, nuestro cuerpo necesita del combustible que va a utilizar para funcionar. Y alimentos como las frutas, leche de origen vegetal, cereales o pan integral o de semillas suelen ser los más adecuados. Puedes combinarlos para hacer un zumo, mezclar frutas y cereales en un bol con yogur, o untar frutas como el aguacate sobre una rebanada de pan integral o de semillas.
Entonces, ¿el desayuno es la comida más importante?
Podríamos decir que no exactamente. Pero, sin duda, cumple una función primordial en nuestros hábitos de alimenticios. Para que todo lo explicado hasta ahora se cumpla, el desayuno debe suponer aproximadamente una cuarta parte de las comidas que vayamos a hacer a lo largo de todo el día. No se trata de que sea excesivamente abundante, sino de que contenga los macronutrientes principales: hidratos, grasas y proteínas.
Por lo tanto, es la comida más importante si se realiza adecuadamente, ya que esto es lo que nos permitirá acompañarlo de otros hábitos saludables a lo largo del día y, por lo tanto, gozar de un mejor estado de salud y aspecto físico.