Que los niños se coman la verdura puede ser un quebradero de cabeza para muchos padres. Muchas veces aplican distintos métodos, la mayoría improvisados, que suelen fracasar, y al final renuncian, dándoles la comida que les gusta. Entre estas verduras tan odiadas por la mayoría de los niños, encontramos las acelgas, un alimento completísimo que deberían comer de vez en cuando. A continuación, te daremos algunos trucos para hacer que tu hija o tu hijo se coman las coman sin rechistar.
Razones por las que tu hijo debe comer verduras
Comer frutas y verduras tiene muchísimos beneficios, y aún más en los niños, pues están en la época donde se forman sus defensas, se empiezan a construir sus hábitos alimenticios (buenos o malos) y se encuentran en la etapa de crecimiento. Solo por estas razones, tu hijo debería comer frutas y verduras de forma regular. De esta manera, crecerá mucho más sano.
Las verduras, al igual que las frutas, son las mayores fuentes de nutrientes y vitaminas, elementos vitales que ayudarán a tu hijo a combatir enfermedades de forma natural. Además, al poseer una gran cantidad de agua, ayudarán a que tu pequeño esté hidratado para eliminar toxinas de forma más eficiente. Como último beneficio destacable (aunque hay muchos más), las verduras mejoran su sistema inmunológico, lo cual es importante, porque aún se encuentra en desarrollo.
Cómo hacer que los niños se coman las acelgas
Recuerda: a los niños, sobre todo a los más pequeños, no les suelen gustar las verduras, y mucho menos las acelgas. No les puedes explicar que aportan vitaminas A, C y E y que contienen muchos minerales beneficiosos para su organismo para convencerles. Tienes que buscar maneras de preparar platos con este ingrediente y que no se note. En este apartado, te proponemos varias fórmulas:
- En combinación con otros alimentos: por ejemplo, en un plato de arroz, de huevo, patatas, legumbres… Hay muchas posibilidades. Eso sí, debes servir las acelgas cocidas y bien escurridas. Además, debes tener cuidado con los troncos de las acelgas si tu hijo es muy pequeño, pues son tan filamentosos que tendrás que cortarlos bien antes de servirlos.
- Recetas que puedan gustarles a los más pequeños: lo bueno que tienen las verduras es que son muy versátiles: se pueden introducir en casi cualquier plato salado. Por tanto, tienes muchas opciones, de entre las cuales encontramos: pasta con acelgas, canelones rellenos de acelgas, queso y tomate; salsas de queso con pedazos de acelgas… Son trucos muy sencillos que a los niños les encantan, y hacen que se coman las verduras sin darse ni cuenta.
- Invéntate una historia: este truco solo funciona con los más pequeños. Puedes hacer que la comida sea un pasatiempo entretenido para el niño. Haz volar tu imaginación para que el pequeño se termine el plato. Por ejemplo, puedes decir que si no se come las acelgas, el enanito que cultiva las acelgas en su prado se pondrá muy triste. Aunque parezca ridículo, muchas veces funciona.
Sea lo que sea el método que elijas, debes tener en cuenta también que, en un plato con acelgas, éstas deben ser al menos el 20% del mismo: no vale con solo unos trocitos desperdigados. Si quieres que tu hija o tu hijo coma verduras, debes preparar una receta con una buena proporción. De lo contrario, será insuficiente y jamás se habituará a comerlas.