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Por qué a la gente le gusta el agua con limón – Top beneficios

De una sola fruta puedes obtener múltiples efectos saludables

Por qué a la gente le gusta el agua con limón

El limón es una fruta potente cuando de salud se trata, pero hay presentaciones que son más usadas que otras; lo que nos lleva a pensar ¿por qué a la gente le gusta tanto el agua con limón? Muchos aseguran que por sus propiedades digestivas, energizantes o antibacterianas.

Acompáñanos a descubrir en este artículo los beneficios que hacen del agua con limón una bebida tan popular, que incluso se ha llegado a considerar como un tratamiento natural alternativo.

Propiedades del agua con limón

Antes de comenzar a detallar las propiedades del agua con limón, debes saber que tendrán efecto solo si tomas la bebida de forma regular; por ejemplo, todas las mañanas, las noches, si la consumes a diario en pequeñas cantidades o más de tres veces por semana.

Es energizante

El agua con limón tomada en las mañanas mejora el estado de ánimo, combate la ansiedad por su efecto relajante, y varios estudios aseguran que influye sobre el sistema nervioso central.

Es antiviral y antibacteriano

Dos de las razones más poderosas que explican por qué a la gente le gusta el agua con limón son sus propiedades antivirales y antibacterianas. Esto surge por la cantidad de vitamina C que aporta al organismo, la cual optimiza el sistema inmune; además del potasio, que sirve de apoyo en el tratamiento contra el asma.

Y es que el limón es un antibiótico natural que evita la aparición de gripes, dolores de garganta y todo tipo de infecciones, incluso las relacionadas con la piel como el acné.

Es digestiva y desintoxicante

Algunas personas sufren de pesadez estomacal, ardor gástrico o problemas de estreñimiento. Precisamente, el agua tibia con limón en las mañanas es un remedio natural que puede servir como medicina alternativa para estas afecciones.

Funciona para eliminar las toxinas que quedan a lo largo del tracto digestivo, calma los ardores de estómago y las náuseas, desinflama el colon, estimula los movimientos de intestinos para que las heces sean más blandas y se puedan evacuar más fácilmente.

Aporta citrato

El citrato es un remedio que se indica para diluir los cálculos renales y, de forma natural, lo ofrece el limón. De allí que diversos estudios indiquen que el agua preparada con el zumo de esta fruta, sin azúcar ni otro agregado, funciona como alternativa al tratamiento médico.

Es antioxidante

Al tomar a diario agua con limón observarás su efecto limpiador en la piel, gracias a que tiene compuestos antioxidantes que ralentizan el efecto negativo de los radicales libres.

Retrasa la aparición de arrugas, mantiene la elasticidad y firmeza, reduce las manchas, ayuda a combatir el acné. En otras palabras, es una aliada para tu piel; aunque no es la única, el zumo de naranja también combate los radicales libres.

Evita el mal aliento

Por las propiedades antibacterianas que tiene dicha bebida, es recomendable para acabar con el mal aliento. Debes tomarla en ayunas.

Reduce la grasa

Si la ingieres mientras está tibia servirá como reductor de la grasa, ya que optimiza el proceso de termogénesis que realiza el organismo para quemar calorías. Además, incrementa la sensación de llenura, agiliza el metabolismo y es desinflamante, por lo que ayudará en tu objetivo de perder peso.

Cómo tomar el agua con limón

Lo mejor es hacer de las tomas algo rutinario, por períodos no mayores de tres semanas y después descansar por ese mismo lapso de tiempo. Ya sea en las mañanas, para refrescarte en las tardes o antes dormir, surtirá poderosos efectos positivos en el organismo.

Si la usas como tratamiento alternativo es preferible que el agua esté caliente. Bastará con el zumo de un limón jugoso en medio litro de agua.

Si lo deseas puedes añadirle hojas de menta, rodajas enteras o cáscaras de limón. Lo único que no debes colocarle por ningún motivo es azúcar, ya que deteriorará sus propiedades medicinales. En todo caso, si prefieres un té, puedes poner un tanto de miel.

Siempre escoge limones frescos, nunca el zumo procesado (embotellado), pues por lo general le agregan algún elemento para estabilizar.

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