Las cerezas resaltan por su color rojo intenso. Es una fruta con una pulpa carnosa y deliciosa, que resalta por sus excelentes aportes a través de sus propiedades nutricionales como las vitaminas A y C, así como potasio, calcio, magnesio y fosforo; que aportan beneficios para la salud. Además, se trata de una de las frutas más esperadas al final de la primavera, no solo por su dulce sabor, sino por todas las recetas que se pueden preparar con ellas.
Lo más recomendable y necesario es consumir las cerezas crudas, ya que es la manera correcta de aprovechar sus propiedades. Se conocen desde tiempos remotos como depurador intestinal y liberador de las toxinas del cuerpo. Las cerezas son de los pocos alimentos relacionados con el tratamiento y prevención de enfermedades asociadas al deterioro.
Principales propiedades de las cerezas
Las cerezas forman parte esencial de la dieta diaria, pues ayudan en el buen funcionamiento del organismo. Uno de los tratos especiales de este fruto rojo está centrado en el sistema digestivo. Para mayor ganancia, se caracteriza por su poder sanador en el tratamiento y prevención del cáncer. Pero no todo termina aquí, conoce las propiedades más resaltantes de las cerezas.
Antioxidantes
Los antioxidantes llamados antocianinas ayudan a la reducción de enfermedades cardíacas y sirven para contrarrestar los procesos que llevan a enfermedades graves como el cáncer. Al mismo tiempo, las cerezas son de las pocas frutas que actúa como fuente alimenticia de melatonina, un antioxidante que regula el ritmo cardíaco y los ciclos de sueño del cuerpo.
Cabe destacar que la melatonina también es una hormona necesaria para la regulación del reloj biológico, sus complementos suelen ser empleados en dietas de adelgazamiento.
Fuente de vitaminas
Las cerezas tienen un alto contenido de vitaminas y minerales. Comenzando por la vitamina A (betacaroteno), posee 19 veces más que las fresas y los arándanos. Es buena para formación de los dientes y en su conservación. También el betacaroteno actúa en la salud ocular, especialmente en la vista. Además, son ricas en vitamina, B1, B3 y B6, vitamina C, vitamina D y vitamina E.
Ricas en minerales
Esta superfruta es rica en minerales como ácido fólico, potasio, hierro, magnesio, calcio y fibras. Uno de los más especiales es el ácido orgánico que junto a los compuestos antioxidantes y antiinflamatorios, convierten a las cerezas en un alimento casi medicinal.
Respecto a los efectos antiinflamatorios se deben a las antocianinas y al flavonoide llamado quercetina. El contenido de sodio y lípidos es escaso, así como el de grasas. Se le atribuyen propiedades diuréticas y depurativas.
Fructosa
El dulzor de algunas cerezas (dependiendo de la variedad) se debe a los azúcares, entre los que se encuentra la fructosa, apta para las personas con diabetes. Las cerezas también poseen pectina, una fibra soluble desde donde parte sus beneficios sobre el microbiota intestinal y el colesterol.
En qué ayudan las cerezas a la salud
Entre las propiedades de las cerezas se encuentran ácidos oxálicos y solo afecta si la consumen en exceso las personas con problemas de cálculos renales y con dificultades digestivas. Del resto, la jugosa fruta proporciona grandes beneficios a la salud. Resaltando su poder sanador en el tratamiento del cáncer y en la prevención de dicha enfermedad.
Las cerezas son buenas aliadas en reducir el riesgo de la diabetes y las complicaciones que acarrea en el paciente, como la retinopatía. Es un alimento tolerable para los pacientes renales gracias al contenido de fructosa y levulosa, bajo en niveles glucémico.
En definitiva, el mayor poder de las cerezas recae en sus antioxidantes y sus componentes depurativos. Representa una ayuda contra la artritis y el reumatismo. La fruta reduce los marcadores de inflamación y estrés oxidativo en el organismo, pues cuenta con la presencia de ácido salicílico que ofrece beneficios antiinflamatorios.
Todo el sistema cardiovascular está protegido al comer cerezas, gracias a sus abundantes componentes fenólicos. Estos previenen la angina de pecho y el infarto de miocardio, manteniendo un corazón más saludable. Asimismo, permiten reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre y la posible acumulación en el hígado, evitando trastornos hepáticos.
Para las personas con estómagos sensibles es un alimento sanador. Por su acción reguladora mejora el estreñimiento y el exceso de formación de gases. Es una excelente opción si intentas bajar de peso ya que al comerlas te sentirás saciado por su contenido de fibras, agua y potasio; que al mismo tiempo funcionan como laxante y diurético natural.
Los componentes de las cerezas tienen beneficios sobre la piel, especialmente para contrarrestar el envejecimiento. Depuran el organismo y protegen el sistema nervioso y vascular, previendo la aterosclerosis. La vitamina A y C protegen y mantienen la piel suave, reduce la celulitis mejorando la microcirculación y la inflamación del tejido subcutáneo.
Pero sin lugar a dudas, el mayor beneficio de las cerezas recae en pacientes con cáncer, sobre todo en los que se encuentran en tratamientos. Su gran riqueza en bioflavonoides, especialmente antocianinas, con grandes propiedades antioxidantes, evita la degeneración celular. Además, el contenido en ácido elágico refuerza la acción protectora. Comer cerezas reduce el riesgo de sufrir de cáncer, particularmente el de colon.