Las frutas tropicales o exóticas no suelen ser entre las más consumidas entre la población pese a que, gracias a la importación, es fácil encontrarla en cualquier frutería o supermercado. Normalmente tienen precios más elevados que otras frutas a cuyo consumo, estamos más acostumbrados.
Lo que probablemente no estemos teniendo en cuenta muchas veces al decidir si comprar o no este tipo de frutas son sus propiedades. En muchas ocasiones no se trata solo del sabor dulce y refrescante que caracteriza a la mayoría de las frutas tropicales. Es que en muchos casos, contienen importantes beneficios para la salud.
El mango es la fruta canaria que te mantiene joven
Para encontrar frutas consideradas exóticas o de origen tropical, contamos con la suerte de no tener que irnos demasiado lejos. En las Islas Canarias se cultiva durante cinco meses al año el mango y, por ello, es frecuente que durante la mayor parte del año podamos encontrarlo en cualquier tienda de alimentos que ofrezca frutas.
El mango es una fruta con un tono entre amarillo y rojizo en su exterior cuando está madura y un interior amarillo, muy carnoso, dulce y fresco. Está considerado un superalimento porque además de estas apreciadas cualidades gustativas, presenta entre otras virtudes la capacidad de mantenernos más jóvenes.
¿Por qué el mango retrasa en envejecimiento?
Mantenerse joven es una cuestión de buena salud. Si tenemos un cuerpo cuidado y llevamos hábitos de vida saludable, los resultados sobre el ritmo de envejecimiento se notan tanto por fuera como por dentro. Nuestra piel lucirá más brillante y tersa cuanto mejores nutrientes le demos y lo mismo sucede con nuestra sensación de bienestar y nivel de energía. Y sí, detrás de todo esto, existe una cuestión de actitud y de querer buscar la manera de sentirnos así. Y el mango es de las mejores ayudas que vamos a encontrar.
Entrar en la categoría de superalimento no es nada fácil. Aportar varios beneficios a la salud no es algo de lo que pueda presumir todo lo que comemos, ni siquiera todas las frutas pueden decir tanto. En este caso, el mango se ha ganado este estatus porque puede ayudar a reducir la grasa corporal y controlar el azúcar en la sangre. Además, contiene nutrientes muy importantes como aminoácidos, vitaminas y minerales, lo que lo convierten en un potente antioxidantes, que es justo lo que necesitamos cuando de combatir el paso de los años se trata. Pero estas no son, ni mucho menos, las únicas razones para que el mango sea el superalimento canario por excelencia.
Beneficios del mango que te mantienen joven
Como te decíamos, la pulpa del interior del mango es una excelente fuente de vitaminas, tres de las cuales tienen un alto poder antioxidante, estas son la A, la C y la E. Los antioxidantes no solo sirven para no padecer un envejecimiento prematuro. Su aportación al organismo se basa en la regeneración de las células por lo que previene de cualquier trastorno degenerativo como el cáncer o la esclerosis. También cuenta con un alto contenido en betacarotenos, pigmento que le aporta sus colores, y que especialmente durante el verano protegen la piel de las quemaduras por exposición a los rayos solares cuando estamos en la playa o en la piscina. Es más, en lugar de quemarte, ayuda a que consigas un estupendo bronceado. No ir a salones de rayos uva también es una actitud joven.
Si algo determina la juventud de nuestro cuerpo, sin duda es como esté la salud del corazón y del cerebro. El mango es una de las mayores fuentes de ácido fólico que se pueden encontrar en el reino de las frutas, superada solo por la fresa y el lichi. Introducirlo en nuestra alimentación es una estupenda forma de cuidar el sistema cardiovascular y prevenir infartos y cualquier otro problema relacionado con el corazón o el cerebro.
Comer mango además ha sido relacionado también con una mejora en las defensas del cuerpo. Esto se debe a que contiene un índice elevado de hierro —de hecho aporta la quinta parte del hierro que necesitamos en un día—, vitaminas A y C y compuestos fenólicos, sustancias antioxidantes con un fuerte impacto en la prevención de cualquier daño en el organismo. Por otra parte, nada hace que acusemos el paso de los años tanto como sentirnos cansados por ejercicios que antes realizábamos casi sin darnos cuenta —subir una escalera, dar una carrera corta para no perder el autobús, mover algún mueble poco pesado, etc.—. Gracias a la presencia de agua, magnesio y potasio en su composición, el mango es uno de los alimentos que más ayudan a combatir la debilidad muscular y la fatiga. Tratándose de una fruta cuya temporada suele empezar en junio, estos efectos se notan mucho más cuando los termómetros comienzan a acusar el verano. Si necesitamos hidratación o contrarrestar la sensación de fatiga, esta fruta te ayudara reponerte más rápido. Si te gusta el deporte al aire libre, no olvides llevar una pieza o un zumo natural de mango en los días en los que el calor aprieta.
El mango también ayuda a hacer la digestión
El último motivo por el que el mango es un superalimento de manera indiscutible es que ayuda a hacer la digestión. Esto no solo supone una sensación más liviana después de haber comido o que la pesadez dure menos si el almuerzo o la cena han resultado un tanto copiosas. Es que además de aligerar el proceso digestivo lo hace más eficiente en su papel de gestión de los nutrientes que ingerimos. De hecho, el mango mejora la digestión de las proteínas y refuerza la microbiota intestinal. Motivo por el que en los países el mango se consume desde tiempos antiguos, un mango es el postre más común tras la comida.
Lo habitual es comer el mango crudo, al natural, como cualquier otra fruta. Pero también es muy frecuente y se puede tomar en forma de batido o mezclado con otras frutas. Por su textura y sabor, el mango es una fruta muy utilizada en cocina como parte de platos salados, como ensaladas o en el ceviche, mezclado con el pescado crudo, otras frutas, verduras y salsas.