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Trucos para elegir un buen melón y no comprar una pieza muy pasada

Un melón demasiado pasado estará muy duro e insípido y no te lo podrás comer.

Hay un alimento en el mundo de las frutas que tiene muchos seguidores porque, además de tener una textura muy jugosa y un sabor muy dulce, es muy potente en términos nutricionales. Nos referimos al melón. Y es que una tajada bien fresquita de melón cuando aprieta el calor, le sienta fenomenal a todo el mundo, ¿verdad?

El melón está delicioso, nadie puede negarlo. Ahora, eso sí, como no lo hayas elegido bien en la frutería o en el supermercado y te toque uno que esté duro e insípido como un pepino, ya la hemos liado porque no hay quien se lo coma. Por eso, a continuación, te hemos recopilado los mejores trucos para elegir un buen melón en su punto perfecto de dulzor.

Trucos para elegir un buen melón

El melón es una fruta con un alto contenido en fibra, fósforo, potasio, vitaminas y minerales y, además, al no tener calorías y contener tanta agua, es perfecto para incluirlo en las dietas de pérdida de grasa. Pero, vamos, que no hace falta estar a dieta para comer este alimento porque pocas personas habrán en el mundo que no les guste esta fruta tan deliciosa y dulce.

Cómo elegir un melón

Pero para poder disfrutar de todo su dulzor es primordial haber realizado una buena selección en el supermercado, o en la frutería del barrio, antes de llevarlo a casa. No basta con coger el primero que veas en el montón y dejar al azar para que decida si te llevas uno que esté en su punto o no. Y nosotros nos preguntamos, ¿para qué tentar al destino si puedes llevarte uno en condiciones desde el primer momento? Para aprender cómo elegir un melón, toma nota de los siguientes trucos:

Coge uno de los que estén arriba del montón

Para empezar con nuestra búsqueda del mejor melón del supermercado lo primero que te aconsejamos es que cojas uno de los que esté arriba del montón. ¿El motivo? Pues, según la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), los de arriba normalmente están en mejores condiciones porque han sufrido menos golpes y caídas.

Fíjate en su color

Cuando ya lo tengas en la mano, comienza el proceso de observación. Por eso, concéntrate muy bien en su color: si es amarillo, asegúrate de que sea de un color amarillo intenso ya que esto es una clara indicación de que esté en su punto de maduración. Si, por el contrario, es de color amarillo ocre o amarillo muy brillante, déjalo de nuevo en el montón y coge otro para analizarlo porque o va a estar muy pasado o muy maduro. Además, la zona por donde el melón se apoya en el suelo no puede ser verde. Si lo que vas a comprar es un melón de piel de sapo, su verde tiene que ser claro e intenso ya que, si es muy oscuro, será signo de demasiada maduración. Además, en las rayas de su corteza deberás diferenciar muy bien tonalidades verdosas oscuras, nada de verde intenso y su culo debe ser amarillo.

Textura del melón

En este punto nos guiaremos por el tacto. Cuando lo toques, el melón debe de estar duro y su corteza firme ya que, si está blando, es decir, si los dedos se te hunden en su piel, puede ser que esté pasado ya. También se recomienda darle un par de golpes en el lateral y, si vibra por dentro, quiere decir que está en su punto. Otro truco para saber si está maduro es apretar sus extremos: si la base cede un poco y el otro extremo se abomba, también es señal de perfecta madurez. Por último, fíjate muy bien en su corteza presenta grietas ya que, si es así, debes descartarlo porque por ella podría haberle entrado algún insecto y tener la pulpa contaminada.

Peso del melón

Si el melón que has escogido es grande pero apenas pesa, aunque sea atractivo para tu vista por su tamaño, interiormente está ya muy pasado. Si, por el contrario, es un melón que pesa mucho pero es pequeño, querrá decir que tiene mucha pulpa y que tienes que hacerle una segunda comprobación: póntelo a la altura de la oreja y muévelo para escuchar si tiene mucha agua. Si la tuviera, es mejor que elijas otra pieza de fruta.

Parte del tallo

Revisar el estado de la parte donde se localiza su tallo es un punto clave para determinar su periodo de maduración. Por ejemplo, si te das cuenta de que todavía conserva el tallo, quiere decir que se ha recolectado antes de tiempo, así que descártalo. Si no tiene tallo, mira bien que esta zona no esté en mal estado ni con cortes extraños porque también podría ser un indicio de una recolecta temprana.

Sus aromas

Por último, vas a revisar los aromas que desprende este melón y, para ello, tendrás que oler la parte opuesta del tallo, es decir, la zona donde este alimento tiene su flor antes de ser fruto. La fruta estará ya pasada si tiene un olor muy fuerte pero si su olor es dulce, entonces está lista para ser consumida.

Para darle un punto y final a estos trucos para elegir un buen melón, nos gustaría darte también un par de detalles más. Intenta siempre comprar un melón que venga en una pieza entera, es decir, sin cortar ni en mitades ni en trozos pequeños ya que así podría correr el riesgo de que se produzca una intoxicación alimentaria.

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