La jardinería interior cada vez cobra más adeptas y adeptos dados sus innumerables beneficios tanto para la salud física como la mental. Pero no solo eso, sino, sobre todo, por sus ventajas hacia el medio ambiente, y hacia el bienestar y la salud, derivados de los cuidados ancestrales que tiene la práctica del bonsái.
Y es que, sabemos que las plantas son ese elemento decorativo indispensable en un hogar para sentir que nos conectamos de algún modo con la naturaleza. Existen multitud de plantas que podemos elegir para cuidar, regar y decorar nuestro hogar, pero hoy te voy a hablar de una planta muy especial y que le dará a tu hogar un toque de bienestar y tranquilidad, con propiedades reales de mejora de los estados nerviosos de la mente; hablamos del kokedama.
¿Qué es el bonsái pobre o ‘Kokedama’?
En japonés, el término de Kokedama se deriva de «Koke» que significa musgo y de la palabra «dama» que significa pelota. Por lo tanto, Kokedama significa una bola de tierra recubierta de musgo sobre la que se cultivan plantas ornamentales. Aunque también se le llama bonsái del pobre; una planta que está hecha de tierra húmeda y turba de coco formada en una mediana bola compacta.
Para todos los amantes de la decoración vegetal y a quienes les encanta la sostenibilidad y el medio ambiente, se trata de todo un arte decorativo que se trata de encerrar la raíz en una planta, que en realidad es una bola de tierra cubierta de musgo; una muy buena opción también por eliminar el uso de los plásticos. Únicamente cuenta con un alambre de aluminio o de nylon que fijan todo el pack y, que, a veces, se usan para suspender o colgar el Kokedama en el aire.
¿Cómo cuidar un bonsái pobre o Kokedama?
Para cuidar un kokedama, lo más importante es tener claro primero qué tipo de planta vas a cultivar en ella. En realidad, podemos plantar una gran variedad de ellas como: los photos azules de cebú, la hiedra peperomia, el lirio de paz, la planta nerviosa, la bromelia o el cahorro de tigre, el helecho o pata de conejo, vid roja etc…
Asegúrate de que la vas a colocar en un lugar donde le dé luz indirecta en algún momento del día, pero no la expongas, ya que corres el riesgo de que se seque. Todos los días debes rociar un poco tu planta con un spray para humedecerla y así evitar que
Lo mejor es remojarla de vez en cuando en un recipiente con agua a temperatura ambiente durante 10 minutos la bola de tierra, y dejarla escurrir hasta que deje de gotear. Este es el mejor mantenimiento para tu planta y evitar así que corra el riesgo de secarse. A medida que comience a crecer, las raíces más grandes comenzarán a sobresalir de la bola, lo cual tendrías que trasladar la planta a una meceta grande.
Lo bueno que tienen este tipo de plantas es que al plantar tú misma en la bola de la tierra estarás haciendo un ejercicio de meditación. Si darte cuenta, tu atención girará en torno a la manualidad y a todo lo que conlleva. Durante más de una hora puede que te metas inmersa en una actividad ecológica con múltiples beneficios.
Por último, también se recomienda que se eviten las plantas que crezcan demasiado grandes o demasiado rápido, como por ejemplo, la monstera, sino practicamente a los tres meses tendrás que cambiar la planta a otra maceta, y lo ideal es que aprendas poco a poco y que tengas que hacer esto solo una vez al año.