Las noticias sobre la nueva Ley de Vivienda están por doquier y con ella las confusiones dicen presente, las normas establecidas y las reglas del juego han cambiado y se han tocado un gran universo de temas como por ejemplo el de los alquileres de viviendas. Pero uno de gran impacto ha sido el de los arrendamientos y el famoso IPC (Índice de Precios al Consumo), que se encarga de actualizar la renta de un inmueble y que definitivamente es importante conocer.
La LAU (Ley de Arrendamientos Urbanos) es muy clara y determinada al establecer que el mecanismo para la actualización de un alquiler estará regido por (IGC) Índice de Garantía de la Competitividad y si no se establece, entonces será el IPC. Estos índices tratan de evitar una escalada de precios que pueda descontrolarse y por ende el estado tratará de mantener bajo contención la subida del alquiler de vivienda mediante el IPC.
El alquiler de vivienda en España
El IPC ha mantenido una constante subida desde el año pasado y esto se debe a la escalada de los precios de todos los bienes de consumo, incluido por supuesto el de los arrendamientos de viviendas. La inflación por culpa de factores influyentes como la guerra, la época pospandemia, la crisis energética y la recesión económica han generado un clima propicio para una catástrofe, que evidentemente se trata de evitar a cualquier precio.
El gobierno ha establecido desde el año pasado un límite temporal de un 2% como aumento máximo para los alquileres de viviendas y este límite se mantendrá por todo este año y con una proyección establecida para el 2024, donde este índice se establezca en un 3%, mientras se espera por la decisión de establecer un nuevo índice que regule la materia de los aumentos de los arrendamientos de vivienda.
Calculando el IPC para el alquiler de vivienda
Primeramente es importante conocer que el IPC es aquel indicador encargado de medir la variación real del precio de la vida y del poder adquisitivo de los españoles. Tomando en consideración que si el IPC es negativo quiere decir que los precios han bajado de valor y en caso contrario si el IPC es positivo quiere decir que los precios han subido.
Su cálculo está sometido al Instituto Nacional de Estadística (INE), para ello se toman como medidas referenciales los precios de los productos de mayor consumo, estos son conocidos como la cesta de compra y posteriormente se comparan con los precios de meses anteriores. Determinándose por supuesto un grado de variación, que al final arrojara un valor diferencial.
Calculando la renta del alquiler de vivienda gracias al IPC
El artículo 18 de la LAU (Ley de Arrendamiento Urbano) establece que el alquiler podrá actualizarse anualmente si se ha pactado de forma expresa en el contrato y por supuesto dentro de los límites de la vigencia del contrato. Ahora, si se ha establecido dicho incremento, pero no se ha hecho referencia de cómo hacerlo, entonces se aplicara la metodología anual del Índice de Garantía de Competitividad a fecha de cada actualización.
El indicador más utilizado en los contratos de arrendamiento es el IPC y podrá renovarse o actualizarse de un modo anual, para ello simplemente se aplicará el valor publicado un par de meses antes de la revisión de la renta, sin importar si este índice es negativo o positivo. Desde la página oficial del INE puedes verificar la actualización de la renta al introducir la cantidad de alquiler y el valor del IPC con un par de meses de antelación a la anualidad del contrato.
Es importante tener claro que debido a las intenciones del gobierno para frenar la inflación de los alquileres de vivienda, la actualización del arrendamiento no podrá ser superior al límite impuesto por el estado (2 % para este año 2023), indiferentemente de que el IPC haya arrojado un valor mayor. Aplicándose solamente este límite para las viviendas residenciales y quedando excluidas de esta limitación las demás formas (oficinas, locales comerciales, viviendas turísticas).