La subida del precio de los combustibles se ha convertido en un auténtico problema para gran parte de los consumidores, los cuales han visto como el importe de sus facturas de calefacción no para de subir desde hace unos meses. Por eso ha llegado la hora de tomar medidas, y eso conlleva controlar los puntos de nuestra casa que tienen mayor consumo energético, como es el caso de las calderas.
Así que, si quieres saber si tu caldera te está haciendo gastar de más y cuáles son las alternativas para solventar esta situación, continúa leyendo.
Este es el tipo de caldera que más incrementa tu gasto de calefacción
Existen diversos tipos de calderas que nos ayudan a calentar nuestro hogar y funcionan con ayuda de distintos combustibles como gas, gasoil, electricidad, biomasa, etc. Y, como puedes imaginarte, algunas consumen más recursos que otras, lo que finalmente termina afectando a nuestra factura.
Haciendo un análisis de los distintos tipos de calderas disponibles en el mercado, podemos ver que los modelos que tienen una menor eficiencia energética, son aquellos que funcionan con combustibles como el gas o el gasoil. Si bien es cierto que debemos hacer algunas salvedades al respecto, ya que las calderas de condensación funcionan con gas y disponen de un consumo bastante eficiente.
Esto, que no tendría por qué ser un problema inicialmente, se ha convertido en uno debido a la subida de los distintos combustibles. De manera que, si a una caldera que tiene un consumo alto le sumamos la subida del gas o del gasoil, nos encontramos con un sistema que puede estar haciendo que tu factura de suministros se duplique.
Las 4 calderas que tienen menor consumo energético
Ahora que ya sabemos cuál es la caldera que más dinero nos puede hacer gastar y el motivo por el que esto ocurre, es importante conocer las alternativas que se encuentran en el otro extremo. Es decir, aquellas calderas que tienen mayor eficiencia energética y, por tanto, nos interesa comprar.
- Calderas de condensación. En primer lugar, tenemos las calderas de condensación, una alternativa muy eficiente. Este tipo de dispositivos recuperan el calor de los gases de escape y lo utilizan para calentar el agua, lo que hace que consuman un 15-20% menos de combustible que una caldera convencional.
- Calderas de biomasa. Por otro lado, tenemos las calderas que utilizan combustibles renovables (pellets de madera o huesos de aceituna) para calentar nuestra vivienda. Las calderas de biomasa pueden ser muy eficientes y, a largo plazo, pueden ser más económicas que las calderas de gas o de gasóleo.
- Calderas de gas de baja temperatura. En este caso, y aunque se trata de una caldera de gas, debemos tener en cuenta que son dispositivos que tienen un rendimiento energético mejorado, por lo que también pueden consumir un 15-20% menos de gas que una caldera convencional. Sin embargo, no son tan eficientes como las calderas de condensación.
- Calderas eléctricas. Finalmente, las calderas eléctricas también son muy eficientes en términos de conversión de energía a calor, pero pueden tener un mayor costo operativo debido al alto precio que está experimentando la electricidad actualmente. Por eso es una opción a tener en cuenta cuando los precios de la energía se estabilicen.
En cualquier caso, debemos tener en cuenta que todos estos sistemas tienen tanto sus ventajas como inconvenientes y que, antes de optar por uno u otro, es importante analizar nuestra situación de manera general.
Además, no debemos olvidar que existen otras alternativas de lo más interesantes para tener calefacción, como puede ser el suelo radiante o cualquier otro tipo de sistema que funcione mediante el uso de energías renovables.