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Los 5 consejos para ahorrar agua caliente que necesitas empezar a aplicar ya

Conocer estas pautas te permitirá ajustar el consumo de tu vivienda para no gastar de más

Estamos viviendo una época de crisis, por eso cada euro que podamos ahorrar en nuestra cuenta bancaria puede ser decisivo para que vivamos con mayor tranquilidad. Esto implica adoptar un consumo energético responsable de los recursos que tenemos disponibles a nuestro alcance, como es la luz, el gas o el agua.

Por eso hoy te traemos una serie de pautas que te van a ayudar a reducir tu consumo de agua caliente. De esta manera podrás hacer frente con mayor comodidad al pago de tus facturas.

El agua caliente supone un 20% del gasto energético de una vivienda

Existe un error muy común, y es el hecho de pensar que el agua caliente apenas influye en el consumo energético de nuestra vivienda. Pero, como vas a ver a continuación, esto no es así.

pautas ahorrar agua

De hecho, el agua caliente sanitaria (conocida también por las siglas ACS) es uno de los elementos que solemos utilizar a diario para mejorar nuestro confort y bienestar. Y, para conseguir esto, el sistema necesita hacer uso de una caldera u otro sistema de acumulación como pueden ser los termos.

El uso de uno u otro tipo de dispositivos es lo que va a hacer que el consumo de nuestra casa pueda ser mayor, aunque también influye el número de personas que vivan en la misma, las habitaciones, etc.

No obstante, el INE ha realizado un estudio para que podamos hacernos una idea del consumo de agua caliente de una vivienda promedio en la que viven 4 personas, y supone casi un 20% del gasto energético de un hogar. Por lo que, como podemos ver, supone una cifra considerable que es importante ajustar.

Consejos para ahorrar agua caliente en tu casa

Como acabas de ver, el empleo de agua caliente de una vivienda puede influir de manera fundamental en el consumo de energía de la misma, así que es crucial que busquemos la forma de reducirlo lo máximo posible.

A continuación te damos unos consejos prácticos que te ayudarán en esta labor.

Dúchate en vez de darte un baño

Muchas veces durante el invierno tenemos la tentación de darnos un baño caliente para relajarnos y así recargar pilas, pero esta es una de las maneras más sencillas de gastar agua de más. De hecho, cuando llenamos la bañera consumimos alrededor de 200 litros de agua caliente. 

Por eso, si lo que estamos buscando es reducir el gasto que estamos haciendo, lo mejor es que optemos por las duchas. Esto no significa que podamos tirarnos duchándonos el tiempo que queramos, de hecho, si nos duchamos en 5 minutos también podemos quitar un 30% de nuestro gasto.

Revisa que no haya fugas en la instalación

Otro de los problemas que puede afectar a nuestro consumo es el hecho de que haya algún tipo de avería o fuga en los conductos de la instalación. Por eso es importante que revisemos bien las tuberías, llaves de paso, grifos, etc.

Además, dado que muchas de estas fugas son casi imperceptibles, no está de más que dejemos la revisión en manos de un experto para que pueda garantizarnos que no hay ningún problema que nos esté haciendo gastar de más.

Instala grifos reductores de caudal

Por otro lado, también podemos optar por instalar en nuestra vivienda dispositivos de ahorro de agua como son los cabezales de ducha de bajo consumo y los reductores de caudal.

Los grifos monomandos son una excelente opción, puesto que nos permiten regular el agua caliente de una manera mucho más sencilla que otras opciones.

Pon la lavadora con programas de agua fría

Los programas de lavado con agua caliente solamente son necesarios en aquellos casos en los que la ropa se encuentra muy sucia, pero si no basta con utilizar la lavadora con programas en frío.

Además, también es interesante optar por programas cortos para realizar nuestros ciclos de lavado porque así evitaremos gastar más agua de la necesaria.

Elige una temperatura adecuada para tu agua caliente

Finalmente, también es crucial controlar la temperatura a la que empleamos el agua caliente en nuestra vivienda. Para esto, existen algunos sistemas que nos permiten regular la misma de una manera mucho más eficiente.

Debemos tener en cuenta que lo ideal es una temperatura de 38 o 40 grados y que debemos evitar mezclar agua caliente con fría porque esto supone un gasto aún mayor.

Estas sencillas pautas pueden suponer una diferencia más que considerable a la hora de pagar tus facturas, por lo que te aconsejamos que no esperes más y comiences a cambiar tus hábitos de consumo.

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