El óxido puede no ser peligroso, pero a largo plazo causa daños sobre el metal donde aparece, debilitándolo. Cuando se forma óxido en tus herramientas, se convierte en un verdadero dolor de cabeza, no solo porque se vuelven desagradable sostener cada pieza, sino que también dejan de funcionar como deberían, tal como las tijeras de jardín que apenas abren y cierran por el óxido. Además, la limpieza de estos artículos es muy complicada.
Si la humedad ha llegado a la superficie de tus herramientas de metal y puedes ver la aparición del color marrón característico del óxido, esto no significa que debes reemplazar tus herramientas. Es posible eliminar el óxido con muy poco de esfuerzo, de cualquier superficie metálica, solo necesitarás un poco de bicarbonato de sodio.
Cómo quitar el óxido del metal usando bicarbonato
Al evaluar los métodos caseros para eliminar el óxido, hemos concluido que usar bicarbonato de sodio es lo más recomendado. Es un producto barato, fácil de conseguir y muy efectivo, por lo que es considerado uno de los limpiadores favoritos de todos los tiempos. A continuación, te mostraremos paso a paso como usarlo sobre tus herramientas y si prefieres, probar otros productos para mejorar el resultado, te describiremos otros métodos conocidos.
- Comienza el proceso de limpieza enjuagando el artículo de metal y sacudiéndolo para secarlo un poco.
- Ahora, espolvorea bicarbonato de sodio, el cual se adherirá a las áreas húmedas, asegúrate de cubrir todas las áreas oxidadas.
- Deja tu herramienta durante una hora más o menos y luego, frota con una lana de acero o un cepillo de metal, eliminando el óxido hasta el metal. Puedes usar un estropajo.
- Como último paso, enjuaga y seca usando una toalla.
La mayor ventaja de este método es que es simple y requiere de un único ingrediente, el cual además es muy económico. Por otro lado, hay que considerar que toma hasta una hora comenzar a eliminar el óxido y que requiere un esfuerzo al tener que frotar.
Métodos alternativos para quitar el óxido
Muchos prefieren hacer la limpieza de sus herramientas con un baño de Vinagre. Para ello debes sumergir el artículo en vinagre blanco y dejarlo reposar durante la noche. Al día siguiente, retira tu artículo y ráspalo con un cepillo de metal.
En el caso de que no se pueda sumergir el artículo, empapa trapos en vinagre blanco y envuelve el área oxidada. Funciona mejor en herramientas o artículos que son todos de acero y se pueden sumergir sin comprometer la integridad de otras superficies.
También puedes usar jabón para platos y una patata, aunque parezca mentira este método funciona de maravilla. Corta la patata por la mitad y cubre el extremo abierto con jabón para platos. Usa la papa como si fuera un estropajo y observa cómo se desvanece el óxido a medida que reacciona con el jabón. Es ideal para manchas de óxido pequeñas en superficies de fácil acceso.
Por último te recomendamos usar ácido cítrico, es posible que no tengas esto en la casa, pero se puede encontrar fácilmente en la mayoría de las tiendas naturistas. En agua caliente, espolvorea 2-3 cucharadas de ácido cítrico, sumerge tu artículo y déjela reposar durante la noche, retíralo por la mañana, frota las manchas de óxido persistentes con un cepillo y enjuaga y seca bien.