El sol es una de las mayores fuentes de energía renovable que podemos encontrar actualmente, y por eso también es una de las más empleadas para generar energía en las viviendas particulares o edificios. Además, durante los últimos meses ha cobrado especial importancia debido al elevado precio de la calefacción y otros combustibles.
Esta complicada situación económica ha hecho que muchas personas se decanten por el uso de la energía solar. Pero, ¿Qué tipos de energía solar existen? ¿En qué se diferencia la energía fotovoltaica de la termosolar? Hoy vamos a abordar esta cuestión para que puedas entender bien cuál es la particularidad de cada una de ellas. ¡Continúa leyendo!
Diferencias entre la energía solar térmica y la energía fotovoltaica
Usar el sol como fuente de energía es algo muy habitual dentro del mundo de las energías renovables, siendo los dos sistemas que la usan la energía fotovoltaica y la energía solar térmica. Pero, aunque puedan parecer similares, lo cierto es que ambas guardan diferencias que debemos conocer.
Como seguro que ya sabes, tanto la energía fotovoltaica como la termosolar utilizan la misma fuente energética: el sol. De esta forma, aprovechan los rayos solares del mismo para conseguir obtener una fuente energética que luego podemos aplicar en nuestra vivienda para tener luz, agua caliente o calefacción.
Pero, a pesar de que en ocasiones se confunden, existen claras diferencias entre la energía solar térmica y la fotovoltaica. Vamos a comentarlas a continuación.
Aprovechamiento de los rayos solares
Hemos dicho que ambas utilizan los rayos del sol, pero eso no significa que los transformen de la misma manera. De hecho, la energía solar térmica lo que hace es convertir los rayos de sol en calor para ofrecernos mayor confort en nuestro hogar, mientras que la fotovoltaica transforma estos rayos en electricidad.
Así que, como ves, el funcionamiento de ambas se diferencia claramente desde un primer momento. Si bien es cierto que existen aún más cuestiones que las separan y que vamos a seguir conociendo a continuación.
Aplicaciones de cada uno de los sistemas
Dado que la energía termosolar se basa en la recolección de los rayos para generar calor, sus funciones principales serán aquellas relacionadas con el mismo. En una vivienda:
- Generar agua caliente sanitaria para su uso en casa. Tanto para la ducha como para cualquier otro momento en el que la necesitemos (fregar los platos, calefacción, etc).
- Sistema de apoyo a los sistemas de calefacción. En ocasiones es necesario un soporte energético adicional para hacer frente a la demanda de la vivienda.
- Climatización de piscinas. Pueden ser un excelente recurso para conseguir aumentar la temperatura de una piscina.
Por el contrario, la energía fotovoltaica nos va a ayudar a proporcionar una fuente de luz en nuestra vivienda. Esta nos servirá para dotar a la misma de iluminación, hacer funcionar los electrodomésticos y, en definitiva, todas aquellas cuestiones que impliquen electricidad.
Método por el que consiguen el calor
Como puedes imaginar, el proceso por el que obtienen el calor también es otra de las cuestiones que varía considerablemente en ambos sistemas.
En el caso de la energía térmica solar, este se genera mediante un proceso térmico que nos ayuda a convertir el calor del sol en una fuente de calor para uso doméstico. Mientras que, por su parte, la fotovoltaica funciona mediante un proceso químico que nos ayuda a transformar la radiación solar en energía eléctrica.
Almacenaje de la energía
Dado que son dos tipos de energía distintos, el sistema de almacenamientos de los mismos también va a tener sus diferenciaciones. En el caso de la fotovoltaica, estos sistemas funcionan con un equipo de baterías que nos permiten almacenar la energía para usarla posteriormente.
Sin embargo, en el caso de la termosolar, solamente se necesita un depósito de agua en el cual podamos almacenar el agua caliente que se ha obtenido con el uso de las placas.
Precio de ambos sistemas
Finalmente, hay otra cuestión sumamente importante que supone una clara diferencia y que debemos conocer antes de optar por un sistema u otro. Hablamos en concreto de los costes de ambos sistemas de energía renovable.
En el caso de la energía fotovoltaica, el precio de la instalación suele ser más elevado que el de la termosolar, si bien su mantenimiento es mucho más económico. Y, en el caso de la térmica solar, ocurre justo lo opuesto. Por eso es importante tener en cuenta las necesidades de una vivienda a la hora de tomar la decisión de cuál es el sistema más adecuado para la misma.
Esperamos que este post te haya servido para conocer un poco mejor estas dos fuentes de energía renovable. Y recuerda que, si tienes cualquier tipo de duda al respecto, lo mejor siempre va a ser que contactes con un especialista en el sector que pueda asesorarte al respecto.