Los gastos de una vivienda siempre son algo que suele preocuparnos, pero con la crisis en la que estamos inmersos actualmente, su control se ha convertido en algo más primordial aún. Por eso es importante conocer la manera de ahorrar en calefacción, buscar dispositivos con una alta eficiencia energética y tener unos buenos hábitos de consumo.
Pero, aun así, en ocasiones cometemos errores que hacen que gastemos más de lo debido y hoy vamos a hablarte de ellos.
6 errores que están haciendo que gastes de más en tus facturas
Este invierno promete ser duro y es que, con la subida del precio de casi todos los combustibles, nuestras facturas energéticas han elevado sus importes de manera muy considerable. Algo que hace que cada vez nos cueste más hacer frente a los mismos.
No obstante, existe una forma de mejorar esta situación y consiste en crear unas rutinas de consumo energético adecuadas a la vez que evitamos algunos errores que solemos cometer en nuestro día a día y que nos hacen gastar mucho más de lo que deberíamos. Te explicamos cuáles son para que puedas tomar medidas.
1. Mantener la caldera encendida siempre
Seguro que has escuchado más de una vez eso de que es mejor que la caldera esté constantemente encendida para que no haya picos energéticos a la hora de poner la calefacción. Pues bien, lo cierto es que estos picos energéticos tienen un impacto menor en nuestra factura que el hecho de tener la calefacción puesta a todas horas.
Si no vives en una zona demasiado fría y, por tanto, no vas a hacer uso de la calefacción, lo mejor es que la apagues durante aquellas horas en las cuales no la vas a usar para conseguir un mayor ahorro energético.
2. Poner la caldera a una temperatura muy alta
En ocasiones, cuando queremos calentar la casa rápidamente, elevamos mucho la temperatura de la misma, pero esto también es un error que nos va a hacer gastar de más porque la casa no se calentará antes y encima tendremos un pico energético.
Lo mejor es elegir una temperatura media y, además, ajustarla con base en cada habitación, puesto que el tiempo que pasamos en cada una de ellas no es el mismo y sus necesidades energéticas tampoco. Así, en aquellas habitaciones en las cuales no entremos puede desconectarse, mientras que en el salón o la cocina lo ideal son 18 o 20º.
3. No tener en cuenta los grados del termostato
Tenemos la tendencia a pensar que poner un grado más o menos en nuestro termostato no va a afectar a nuestra factura, pero lo cierto es que si es así. De hecho, bajar un grado la temperatura de nuestra casa puede suponer un ahorro que oscila entre el 7 y el 11% de energía de la misma.
Por lo que lo ideal es que busquemos la manera de mantener estable la temperatura de nuestra vivienda y, cuanto más baja esté, más ahorro conseguiremos.
4. Ubicar los radiadores en lugares incorrectos
La ubicación de este tipo de dispositivos también puede ayudarnos a conseguir un ahorro para nada despreciable y por eso es esencial que la tengamos en cuenta.
Si son radiadores que ya están instalados poco vas a poder hacer, pero si son portátiles lo mejor es que los coloques debajo de las ventanas para que al aire que entre por las mismas forme corrientes y te ayude a distribuir el calor por la vivienda.
5. No cerrar aquellos radiadores que no usamos
Finalmente, otra pauta muy sencilla, pero que puede ayudarnos a conseguir un buen ahorro, es el hecho de cerrar aquellos que no se están utilizando. No obstante, esto solamente tiene sentido en una casa que opere con termostatos, ya que conseguiremos distribuir la temperatura de manera correcta al resto de habitaciones.
Mientras que, en aquellas viviendas que aún funcionan con calefacción central, el consumo va a ser el mismo con independencia de si todos los radiadores están encendidos o no.
Como ves, las pautas que te hemos presentado son muy sencillas, por lo que apenas te costará esfuerzo incorporarlas en tu rutina diaria, pero sí que pueden ayudarte a obtener grandes ahorros en tus facturas energéticas, por lo que te aconsejamos que comiences a aplicarlas desde ya.