Muchos creen que con solo conectarla al tomacorriente y encenderla (o apretar un botón si es inalámbrica) y pasarla por la superficie, el trabajo estará hecho, pues lamento informarte que no es así de fácil, incluso los más entusiastas de la limpieza hogareña pueden equivocarse. Así que, si piensas que pasar la aspiradora es una tarea tan sencilla, es posible que no estés prestando atención a los detalles y no le des el uso adecuado, una de las metidas de pata en los que mucha gente cae —incluida yo en un principio—.
Si después de realizar el aseo habitual, notas que quedan restos de polvo y suciedad en el suelo o alfombra, es posible que estés cometiendo alguno de estos errores al limpiar con aspirador. Si quieres que esto no vuelva a suceder, es fundamental que conozcas bien su funcionamiento y la forma correcta de pasarla, ¡sigue leyendo, porque esto te interesa!
¿Cuáles son los errores más comunes al limpiar con aspirador?
Estoy segura de que ya llevas años utilizándola para la limpieza en casa, oficina o de cualquier estancia en general. Quizá creas que lo haces bien pasándola una vez al día para recoger el polvo, sin embargo, algunos traspiés pueden complicar el aseo y perjudicar la vida útil de este electrodoméstico. Conoce cuáles son los más frecuentes e identifícalos para poder evitarlos en el futuro.
No adaptarla a tu altura
¿Dolores en la espalda luego de limpiar? Esta es una de las principales causas. Regula el tubo de la aspiradora a tu altura de manera que te resulta más cómodo y no tengas que encorvarte para pasarla.
Pasarla antes de quitar el polvo
No dejes que el afán te gane la partida. Aspirar antes de recoger el polvo por ahorrar tiempo y terminar lo antes posible, provocará que cuando decidas asear las superficies altas y objetos sucios, vuelva a caer polvo en el suelo. Siempre inicia con los ventiladores, ventanas, mesas, muebles, adornos y a final, enfócate en el suelo con tranquilidad.
Aspirar en un solo sentido
Esto empeora cuando se trata de alfombras, ya que están compuestas por bucles o capas y el polvo se incrusta en la totalidad de la superficie, no solo en una dirección. Te recomiendo hacerlo de derecha a izquierda, luego de arriba hacia abajo para mantener las fibras libres de polvo y en buen estado.
No mover el mobiliario grande
Esto es algo que debes hacer al menos una vez a la semana, de lo contrario, una vez termines y ventiles la habitación, podrás notar como aún hay polvo debajo de ellos. Si quieres de verdad una limpieza profunda que dure más tiempo, arrima las mesas, muebles y si no puedes moverlos, aspira bajo ellos, en especial las camas, al fin al cabo, ningún monstruo temible te espera ahí ¿Cierto?
Recoger con él las cenizas, cristales u objetos duros y de mayor tamaño
Si quieres alargar la vida útil de tu electrodoméstico, evita recoger monedas, clips, juguetes de tu peque, piedras grandes, cosas húmedas, trozos de vidrio, polvo de construcción y cenizas de la chimenea y estufa, ya que pueden obstruir el aspirador, dañar el filtro, romper la bolsa y regar toda la suciedad de nuevo en el suelo. ¿Te arriesgarías a tanto?
Dejar llenar la bolsa al máximo
¡No, no y más no! No dejes que la suciedad se acopie hasta el límite, de hecho, lo recomendable es no dejar que supere la mitad de la capacidad de la bolsa o vaciarla inmediatamente después de utilizar el aparato. No solo los resultados serán mejores, sino que el rendimiento será más eficaz y no se forzará.
No limpiar la aspiradora ni el filtro
Un error garrafal que todos hemos cometido es no limpiar esta clase de aparatos. Ahora bien, ¿lo empleas a menudo? Entonces deberías pensártelo mejor. Dale un aseo profundo al aspirador una vez al mes con un trapo húmedo y limpia los filtros con agua fría, siguiendo las recomendaciones del fabricante.
Nota: No olvides que los filtros no duran para siempre. Algunos son desechables y deben reemplazarse cada cierto tiempo, otros son reutilizables, pero igual deben limpiarse al notar que el aparato es deficiente al succionar.
No instalar los accesorios y cabezales adecuados
Cada superficie amerita una boquilla o cabezal indicado que permita acceder a zonas difíciles como las esquinas del mobiliario, por otro lado, suelos de materiales delicados, como la madera, requieren un accesorio con cepillo para no maltratar y limpiar con eficacia.
Aspirar rápidamente sin prestar atención
Cada ambiente requiere de un trato especial, por supuesto que una habitación no tiene tantas cosas que aspirar como el salón, por eso, tómate tu tiempo y recoge con calma todo lo que estorbe del suelo, absorbe el sucio y el polvo de las zonas visibles como también las no visibles, las esquinas y los rodapiés.
Y sí, también puedes aspirar las cortinas, sillones y el sofá, el colchón, cajones, estantes, techos, rejillas, rieles de puertas y ventanas, conductos de ventilación, el interior del coche ¡Las posibilidades son millones!
¿Cuáles de estas equivocaciones cometías en la vida cotidiana? Ahora ya conoces c Cosas tan simples que dejamos por fuera y que perjudican tanto nuestra salud como las condiciones del aparato.