Los jardineros a menudo enfrentan un dilema al pensar en controlar plagas y enfermedades. Lo ideal es no usar productos químicos fuertes y peligrosos, o usarlos solo como último recurso. Cuando se trata de enfermedades fúngicas en cualquier planta del jardín, preparar tu propio fungicida casero a menudo resuelve tus problemas sin dañar el medio ambiente y sin poner en riesgo tu salud, la de tus hijos o la de tus mascotas.
Es evidente que los productos químicos resultan más eficientes, pero los fungicidas caseros son realmente una buena alternativa. Además, para reducir la necesidad de usar un fungicida a la hora de plantar selecciona especies sanas y resistentes a las plagas y practicar un buen saneamiento en el huerto y el jardín. La mayoría de las veces, los hongos son el resultado de plagas en el jardín que actúan como vectores. Por lo tanto, el control de plagas es más fácil eliminando pulgones y otros insectos perforadores y chupadores. Pero, cuando los problemas de plagas y los hongos resultantes requieren tratamiento, debes preparar los fungicidas que te presentaremos continuación.
Fungicidas caseros para el jardín
Aprender a hacer tu propio fungicida te permitirá controlar los hongos que atacan tus platas con ingredientes que ya están en tu hogar, así que no requieren mucho esfuerzo. A continuación, te presentamos algunas de las mezclas más populares para usar como fungicida en el césped y en cualquier planta del jardín:
- Mezcla bicarbonato de sodio con agua, aproximadamente 4 cucharaditas o 1 cucharada colmada de 20 ml en 1 galón (4 Litros) de agua. Algunas personas recomiendan usar bicarbonato de potasio como sustituto del bicarbonato de sodio.
- El jabón para lavar platos, sin desengrasante ni lejía, es un ingrediente popular para los fungicidas caseros para plantas.
- Los aceites de cocina a menudo se mezclan con fungicidas caseros para plantas para que se adhieran a las hojas y los tallos.
- La piretrina son compuestos naturales que tienen propiedades plaguicidas y que se encuentran en el extracto de ciertas flores como el crisantemo. Se usa con frecuencia en la jardinería doméstica para controlar plagas. Puedes cultivar tus propias margaritas y usar estas flores como fungicida. Seca las cabezas de las flores, luego tritúralas o sumérgelas durante la noche en 1/8 de taza (29,5 ml) de alcohol. Después mezcla con hasta 4 galones (15 litros) de agua y cuele a través de una gasa.
- La mezcla de Burdeos usada durante la temporada de latencia puede controlar algunas enfermedades fúngicas y bacterianas. Puedes hacer tu propia mezcla burdeos con piedra caliza molida y sulfato de cobre en polvo. La proporción más recomendada es de 4:4:50 en agua, es decir que debes mezclar 4 partes de cada uno con 50 galones de agua. Si necesitas cantidad de fungicida, como por un galón, reduce la receta de este fungicida casero para plantas de 6,5 a 8 cucharaditas (32 a 39 ml) de sulfato de cobre y 3 cucharadas (44 ml) de piedra caliza en un 0,5 litro de agua.
Ahora que ya aprendiste a hacer tu propio fungicida, utilízalo con responsabilidad. El término orgánico lleva a algunos a creer que estas mezclas son completamente seguras, lo cual no es cierto. Usa todos los fungicidas caseros en el jardín con cuidado, especialmente si vives con niños y mascotas.