Cada día queda menos para que llegue el catorce de febrero, miércoles, San Cirilo, San Metodio y, por supuesto, San Valentín para todo el mundo. Llegado este momento, nos invade la misma pregunta de cada año: ¿qué le regalo a mi pareja? Voy a ser breve y conciso para no redundar en este topicazo de pregunta: ¿algo romántico? ¿algo de ropa? ¿un perfume? ¿una cena? ¿un…? ¿una…? Asís podríamos estar hasta el día del juicio final e incluso cabe la posibilidad de que, llegado dicho momento, aún no hayamos decidido qué regalar.
Tenéis otra posibilidad y es hacer lo que mi mujer y yo: entre ambos decidimos el regalo. En vez de hacernos un obsequio el uno al otro, compramos uno y es para disfrutarlo en casa, así lo compartimos entre los dos. No existe problema ya que cada uno escribe en un papelito qué es lo que quiere, lo metemos en una bolsa y uno de nuestros hijos (que precisamente ninguno de ellos puede declararse “mano inocente”) saca el papel con el regalito que nos vamos a hacer. Sin discusiones, sin quebraderos de cabeza y totalmente consensuado. El sistema perfecto.
Hace unos días celebramos el sorteo para este año y mi hijo el pequeño fue esta vez la mano inocente. ¡Salió mi regalo! Una cafetera de cápsulas. “Es un regalo que nos va a salir por un dineral”, comentó mi mujer. Si dejar que continuara le dije que eso ya era cosa del pasado, que en el mercado existen muchas cafeteras express económicas. “Demuéstramelo”, exclamo. Y, claro, no tuve más remedio que hacerlo.
Nos sentamos juntos en el sofá y encendí el portátil, entramos en Internet y le mostré a mi mujer que las cafeteras de cápsulas tienen un precio económico, tanto las máquinas como las cápsulas.
Descubrimos que hace unos años Nespresso poseía el monopolio de estas cafeteras y nadie la hacía sombra, pero en el mercado actual existen multitud de marcas que ya comercializan muchos y variados modelos. Esta competencia provoca que los precios de las cafeteras y sus cápsulas bajen de una manera considerable y sean mucho más económicas. Se pueden adquirir modelos con precios muy asequibles que van desde los 35 € hasta los 55 €.
Con las cápsulas ocurre lo mismo que con las máquinas. Como el uso de este tipo de cafeteras se ha extendido tanto, cada vez existe más demanda de cápsulas, lo que ha provocado que la oferta sea también más amplia. Antes solo se podían utilizar las que ofrecían las marcas y fabricantes de las cafeteras, sin embargo, ahora existe la posibilidad de comprar cápsulas en muchos supermercados de las llamadas “Marcas blancas”, que en muchas ocasiones ofrecen un gran café, son totalmente compatibles y mucho más baratas que las originales.
Otra ventaja de las cafeteras de cápsulas, además de resultar económicas, es que son más limpias y tienen un diseño más bonito y moderno que las cafeteras convencionales, sin perder en ningún caso el sabor y calidad del café.
Mi mujer quedo convencida de que las cafeteras de cápsulas son una gran opción y resultan realmente económicas. “Un regalo perfecto para los que somos cafeteros”, sentenció. Y aquí seguimos, pegados al ordenador y mirando cuál de todos los modelos que hemos encontrado es el que nos regalamos para San Valentín. Aunque seguro que al final es mi mujer la que lo decide 🙂
Un fuerte abrazo y nos vemos en mi próximo post.
