La licuadora es un implemento de cocina mágico que puede transformar cualquier alimento en una suave y deliciosa receta, pero luego de usarlo obtienes un completo desastre. La dificultas de limpiar la licuadora es tal que muchos prefieren, evitar hacer un increíble batido de fresa porque no quieren lidiar con una licuadora sucia. Y es que este aparato tiene rincones y grietas, además de cuchillas afiladas. Es tan complicado limpiarla, porque implica desarmarlo todo y limpiar cada pieza a mano.
La limpieza de tu licuadora puede ser un poco molesta, con ingredientes pegados a las paredes y a las afiladas cuchillas, fregar la jarra de la licuadora después de cada uso puede convertirse en una tarea desagradable. Algunas licuadoras son aptas para lavavajillas, pero muchos no lo son. Incluso los que pueden lavarse en el lavavajillas suelen ser altos y voluminosos y demasiado espacio. Por tales motivos, a continuación, te explicaremos cuál es la manera fácil de limpiar la licuadora.
La mejor manera de limpiar tu licuadora
Para empezar, lo mejor que puedes hacer después de usar tu licuadora es limpiarla de inmediato. Dejar que la comida u otros líquidos se asienten y se sequen solo hará que la limpieza sea más difícil. Tan pronto como termines de licuar, mueve el contenido a otra jarra, taza o plato para servir y sigue uno a uno los pasos que te describiremos a continuación.
Para limpiar la licuadora:
- Llena la licuadora hasta la mitad con agua caliente.
- Agrega unas gotas de jabón para platos a la jarra. Opcionalmente, puedes incluir medio limón.
- Abre la tapa y haz funcionar la licuadora a temperatura alta durante uno o dos minutos.
- Vierte el contenido en el fregadero.
- Enjuaga la jarra y la tapa en el fregadero con agua tibia.
- Llena la jarra una vez más con agua caliente o tibia.
- Vuelve a colocar la jarra en la base de la licuadora y déjela funcionar durante otro minuto.
- Enjuaga la tapa y la jarra una vez más, y déjelas secar.
- Si todavía hay algo atascado, es posible que debas pasar una esponja por encima y enjuagar. Trata de no usar un estropajo de metal, ya que rayarás el plástico.
Para las licuadoras altas, una esponja con mango barato te facilitará la vida para obtener esos molestos pedazos sobrantes y salvar esos nudillos de las cuchillas afiladas. Si haces esto cada vez que usas la licuadora, no deberías tener que limpiarla y fregarla en profundidad cada vez. Aunque algunos alimentos serán más difíciles de limpiar, como los contenidos espesos o los alimentos que se hayan secado dentro de la jarra. En última instancia, será necesario fregarlos.
¿Qué pasa con la comida pegada?
Para conseguir refuerzos, alista un poco de bicarbonato de sodio. Este elemento básico de la despensa puede hacer de todo, desde hacer que el pan suba, pulir los cubiertos y eliminar las partículas de comida adheridas y rebeldes de la licuadora. Para obtener los mejores resultados, primero llena la jarra de la licuadora con partes iguales de agua y bicarbonato de sodio. Enciende la licuadora por un par de segundos, desecha la solución, luego agrega agua tibia y jabón. El paso adicional puede tomar más de 30 segundos, pero si tienes algo como masa para panqueques por toda la licuadora, vale la pena.
Aunque estos trucos son rápidos, asegúrate de limpiar profundamente su licuadora después de cada par de usos para mantener a raya el moho y las bacterias. Es fácil: limpiarla jarra, el sello de la junta y la cuchilla con jabón y agua caliente, luego déjalos secar al aire antes de volver a armar las piezas. Cuando se trata de la base eléctrica, desenchufa la licuadora y limpia la base con una toalla húmeda. Si sigues nuestros consejos, no solo mantendrás tu licuadora como nueva, sino que también puedes limpiarla en pocos minutos, lo que significa que puedes terminar el trabajo y disfrutar el día.