¿Cuántos de nosotros no arrastramos hábitos de nuestros padres o abuelos? La mayoría tiene una notable herencia de rasgos, gestos y acciones que nos caracteriza, un ejemplo claro son las costumbres de limpieza que nos enseñaron desde pequeños. Sin embargo, no todo lo aprendido ha sido positivo, de hecho, hay algunos errores que se cometen de forma habitual en el aseo del hogar y que están causando un efecto adverso en la higiene.
Ha llegado el momento de que conozcas estos hábitos de limpieza inútiles que no ayudan en nada y que deberías eliminar de tu rutina lo antes posible. Sigue leyendo y toma nota para que no los repitas y mantengas tu casa limpia, desinfectada y en las mejores condiciones. ¡Y no sigas trabajando doble!
8 hábitos en la limpieza que están empeorando la suciedad
Mantener la casa impecable siempre es una labor titánica sumamente extenuante, y si combinas estos quehaceres con costumbres equivocadas (sin saberlo), será aún más difícil lograr que el hogar se vea limpio y organizado. Si no quieres dejar el baño, el salón, las habitaciones y la cocina más sucia de lo que estaba al empezar la faena, presta atención a lo siguiente:
- No reemplazar las esponjas y trapos frecuentemente: Parece un error inofensivo, pero es bastante contraproducente. Si no los desinfectas con lejía o agua hirviendo y las cambias cada cierto tiempo, se convertirán en un caldo de cultivo de bacterias y hongos que, en vez de limpiar, ensuciarán aún más y llenarán tus utensilios y superficies de microorganismos nocivos para la salud.
- Rociar limpiador directamente y retirarlo de inmediato: Para que el producto pueda actuar y desinfectar la superficie debe dejarse entre 2 a 10 minutos (dependiendo del producto doméstico). Asimismo, para que el desinfectante sea más eficaz, antes de aplicar la sustancia es vital retirar cualquier suciedad, tierra o migas de comida antes de humedecer el material.
- Olvidar la limpieza de los electrodomésticos que limpian: Estos son el lavavajillas, la aspiradora, la lavadora y otros de uso menos frecuente que acumulan grasa, cal o polvo excesivo y debe eliminarse antes de que sea demasiado tarde.
- Utilizar jabón en exceso: Bien sea detergente para ropa o jabón para lavar los platos, si exageras y aplicas más de la dosis recomendada, no solo desperdicias producto, sino que también quedan manchas jabonosas en la ropa y será más difícil remover la espuma de la vajilla.
- Llenar demasiado —o mal— el lavavajillas: si bien este aparato alivia mucho la carga de lavar los platos, si se carga de manera errónea no será igual de eficiente. Los objetos más sucios deben quedar cerca de los rociadores, las tazas en el cajón superior (boca abajo) y los cubiertos bien mezclados para que no se peguen.
- Restregar una mancha fresca en tapicería o alfombras: A pesar de que lo primero que se nos ocurre ante un derrame de café, salsas o vino es frotar con un trapo, no es lo adecuado. Lo recomendable es colocar un paño totalmente seco sobre la zona húmeda para absorber toda la humedad posible hasta que se seque. Una vez esté totalmente seca, limpia con un quitamanchas adecuado para el tejido siguiendo las instrucciones del empaque.
- Limpiar los vidrios en días soleados: El momento más aconsejado para limpiar ventanas y puertas de cristal es al amanecer, al atardecer o durante la noche. Así previenes manchas de humedad causadas por el rápido secado del limpiacristales.
- No tener un plan: Aunque improvisar es lo más sencillo, no siempre es lo más inteligente si quieres obtener buenos resultados en menos tiempo. Lo mejor que puedes hacer es planificarte y limpiar de forma organizada, es decir, de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha (en sentido de las agujas del reloj).
Lamentablemente, estos no son los únicos hábitos errados en el aseo de casa, ¡hay muchos más! No obstante, estos son los más comunes y los que más afectan la limpieza de hogares de todo el mundo. ¿Cometías algunos de estos errores?