Si deseamos disfrutar de buena salud, las frutas y las verduras deben formar parte de nuestra dieta diaria. Esto se debe a sus diversas vitaminas y minerales que contribuyen a mantener el buen funcionamiento de nuestro organismo, además de fortalecer nuestro sistema inmune y protegernos ante posibles enfermedades, o incluso, aliviar sus efectos como es el caso de la diabetes, la hipertensión, y el estreñimiento, entre otros. A pesar de esta gran cantidad de beneficios debemos ser cuidadosos y realizar una adecuada limpieza de estos alimentos.
Si bien, las verduras y frutas son muy saludables y deliciosas, antes de llevarlas a nuestra casa se encuentran expuestas a suciedad y bacterias que pueden ocasionar diferentes enfermedades en grandes y pequeños, como hepatitis, cólera, o salmonelosis. Incluso, durante el proceso de siembra y cultivo se encuentran sometidas a productos químicos y pesticidas altamente contaminantes que pueden hacer daño a nuestro organismo. Debido a todo esto, debemos lavar y desinfectar muy bien estos alimentos luego de comprarlos en el supermercado, y para ello, obtendremos mejores resultados al utilizar productos naturales adicionales como el bicarbonato de sodio, y no solo agua ¡Así que apunta las instrucciones para aplicar este método de limpieza!
Pasos para lavar las frutas y verduras
Antes de limpiar nuestras hortalizas y frutas es crucial que nuestras manos estén muy limpias. La higiene personal también es importante para evitar la contaminación de estos alimentos. Seguidamente, debemos cortar y retirar toda parte que se encuentre dañada o golpeada en la fruta o verdura. Pero, no quites las cáscaras en las partes que están en buen estado, ya que, es mejor limpiarlas antes de pelarlas para evitar que los agentes contaminantes de la corteza se transfieran al interior. Ahora sigue uno a uno estos pasos:
- Retira toda la suciedad visible a simple vista con abundante agua y frotando con ayuda de un cepillo o esponja, eso sí, libre de jabones.
- Elimina las hojas externas de los vegetales, ya que estas suelen ser las partes más propensas a acumular agentes contaminantes y pueden afectar el resto del alimento.
- En un recipiente agrega 1 litro de agua y 1 cucharada de bicarbonato de sodio. Revuelve bien y coloca las hortalizas y frutas con cáscara en la mezcla. Déjalos reposar durante 15 minutos para que el bicarbonato pueda desinfectar eficazmente estos alimentos.
- Retira el exceso de bicarbonato lavando la hortaliza con abundante agua potable.
- Después, debes secar los alimentos con un paño de microfibra o una toalla de papel para reducir el número de bacterias que aún puedan estar presentes y evitar que se deteriore rápido.
- Finalmente, si vas a cortar los alimentos o cocinarlos luego de este lavado, asegúrate de limpiar muy bien todos los utensilios de manipulación. Pero, si piensas almacenarlos, se recomienda guardarlos en la nevera, en recipientes herméticos o en bolsas de plástico perforadas. Esto ayudará a conservar su frescura y calidad por más tiempo.
¡Y listo! Con estos simples pasos de limpieza no solo podrás eliminar contaminantes y patógenos de tus hortalizas y frutas, sino que también puedes mejorar la calidad y el sabor de los alimentos.
Alternativas para desinfectar tus frutas y verduras
Vinagre blanco
Este producto se trata de otro de los desinfectantes naturales más poderosos que podemos conseguir. Así como el bicarbonato de sodio, tiene un precio accesible y podemos adquirirlo encontrarlo fácilmente en cualquier supermercado. La mejor parte es que no tiene componentes tóxicos que a largo plazo puedan afectar nuestra salud.
Para emplear este truco casero, solo debemos mezclar una taza de vinagre en un litro de agua potable y luego, dejar en remojo las frutas y verduras durante 10 minutos. Otra opción que también te puede funcionar es la de verter la mezcla en una botella con atomizador y rociar el alimento antes de cocinarlo.
Limón
Otra excelente alternativa a la hora de limpiar las hortalizas es el zumo de limón debido a sus propiedades desinfectantes y antibacterianas. Incluso, podemos aumentar su efectividad al combinarlo con un poco de vinagre. Para ello, debemos mezclar partes iguales de estos dos ingredientes junto con agua. Después, seguiremos el mismo procedimiento anterior, dejando en remojo por 10 minutos, enjuagando y finalmente, secando con un paño limpio.