Cuando del sector vivienda se trata, las opciones de inversión son amplias y variadas, por lo que evidentemente van más allá de la compraventa o del alquiler de los inmuebles. Y es que las oportunidades son tan variadas que pueden conseguirse situaciones poco creíbles, como por ejemplo la llamada permuta de vivienda, en la cual se produce un perfecto intercambio de propiedades entre un par de propietarios de viviendas.
Un intercambio que, aunque podría parecer insólito, es una solución más común y habitual de lo que parece, pero para llevarse a cabo de un modo efectivo se requiere del cumplimiento a cabalidad de ciertos requisitos. Por lo que conocerlos evidentemente resultara de gran ayuda para las partes involucradas, en caso de necesitar llevar a cabo este tipo de permuta de viviendas, amparada por la legislación española.
El intercambio de vivienda en el sector inmobiliario
Al tratarse de una operación en la que se ven involucradas un par de viviendas o propiedades que se intercambian entre particulares sin que intervenga algún tipo de desembolso de dinero y en ciertas circunstancias es una solución que puede ser recomendable. De allí que las razones por la que un intercambio de vivienda puede convertirse en una acción aconsejable son amplias y variadas.
Además de ser una solución en la que ambas partes tienen amplios beneficios, los cuales por regla general tienen una relación directa con la ubicación o el uso de la vivienda, bien inmueble, parcela o finca (rústica o urbana). Es decir, el aprovechamiento de esta permuta de vivienda se basa en la capacidad de ganar – ganar de ambas partes, ya que cada uno de los propietarios requiere de lo que la vivienda o inmueble del otro tiene para ofrecer.
La permuta de vivienda como solución
Es importante esclarecer las diferencias clásicas entre el contrato de permuta inmobiliaria y el contrato de compraventa de una vivienda y evidentemente es que en el primer de los casos no existe ningún tipo de desembolso de dinero. Pero hay que entender que es una situación muy habitual el hecho de compensar la diferencia de precios entre los inmuebles permutados a través de una cantidad en metálico, por lo que generalmente se buscan propiedades de similar valor.
El procedimiento de la permuta de viviendas
Cuando ambas partes hayan pactado el precio individual de cada vivienda involucrada en la permuta, deben acudir al notario con la finalidad de suscribir el correspondiente contrato. Manteniendo como eje central la eficiente y veraz valoración de ambas viviendas por parte de un profesional y ya en la notaria se formalizaría y firmaría la escritura de permuta de los inmuebles con características definitorias basadas en el tipo de permuta.
Las características de un contrato de permuta de vivienda
Dentro del universo de características que rigen a los contratos de permutas, es posible establecer que debe ser un contrato consensual, ya que se requiere de la expresa voluntad de ambas partes contratantes para que el contrato pueda llevarse a feliz término. Debe ser un contrato oneroso, porque la prestación de cada parte conlleva de forma irremediable a la contraprestación de la otra, una condición que también aplica en viceversa y manteniendo la reciprocidad.
Requiere ser un contrato traslativo de dominio, porque en efecto se contempla la transmisión de la titularidad de las respectivas viviendas involucradas en la permuta, pero siempre partiendo de que no existe una hoja de ruta o un modelo específico para la redacción y la firma de un contrato de permuta, pero sí debe regirse por elementos obligatorio como la expresa voluntad de las partes contratantes.
Además de mantener el mutuo acuerdo con respecto a las viviendas que se intercambiaran y hacerse cargo de las respectivas obligaciones, como por ejemplo los vicios ocultos que haya en el contrato y que impiden que se dé la requerida utilidad a los inmuebles. Ya que el Código Civil establece que la responsabilidad de sanear los vicios ocultos es de quien transfiere la propiedad del bien.
Precauciones a tomar al realizar permutas inmobiliarias
Las precauciones no se hacen esperar y al momento de formalizar la permuta inmobiliaria es importante comprobar la efectiva titularidad del inmueble por parte del otro futuro permutante en el correspondiente Registro de la Propiedad. También se debe verificar que la vivienda del otro término de la permuta no mantenga cargas (deudas hacia terceros, deudas con Hacienda o con la comunidad de vecinos, etc).