¿Te preocupa la seguridad de tu hogar? Estoy convencida de que sí. Cuando hablamos de nuestra casa el asunto más importante debe ser el de la seguridad ya que afecta a la protección de tus enseres y, sobre todo, de nuestra familia. Es un tema en el que debemos de hacer mucho hincapié, tomárnoslo muy en serio y estudiar todas las opciones que existen de blindar nuestro hogar para no precipitarnos y decidirnos por la mejor opción, siempre teniendo en cuenta las necesidades y circunstancias de nuestro hogar y de toda la familia.
En mi caso, vivimos en un primer piso con la circunstancia de que debajo existen locales comerciales, con el riesgo que conlleva que quieran robarlos entrando por nuestra casa. Además, donde termina la fachada de los locales y comienzan los pisos (como es el caso del mío) existe un alfeizar que facilita la subida a nuestra vivienda. Este es el motivo por el que hace mucho tiempo nos decidiéramos a reforzar la seguridad de nuestra casa: colocamos rejas en todas las ventanas.
Pero los tiempos han cambiado. Hemos cambiado nosotros y el mundo entero. Ya no vestimos igual, tampoco nos comunicamos de la misma manera e incluso nos relacionamos de diferentes formas con el resto de nuestros semejantes. Ya nada es igual y lo mismo ocurre con el tema de la seguridad en el hogar. Sobre todo si hablamos de las ventanas y de las persianas de seguridad para viviendas.
Hace algunos días regresábamos mi marido yo de comer con las niñas y me quede mirando las rejas de nuestra casa. “Cariño. Nuestras rejas son horrorosas. Tenemos que deshacernos de ellas y tenemos que hacerlo lo antes posible”. Le dije. “Entonces, ¿cómo vamos a proteger la casa?”. Me contestó. “Pues habrá que buscar otras opciones, pero no quiero volver a ver esas rejas. ¡Nuestra casa parece una cárcel!”
Y eso es lo que hicimos. Buscar otras alternativas para proteger nuestro hogar. Como no, recurrimos a la gran selva que es Internet. Encontramos opciones tan variadas como la clásica alarma de seguridad, la cual no nos convenció porque en ningún momento te aseguran que no vayan a entrar en tu casa. Las puertas blindadas, opción de la que ya disponemos y estamos muy contentos con la que tenemos; las que había en el mercado no eran mucho mejores. Ninguna de ellas nos sedujo para que cambiáramos el sistema que ya tenemos instalado.
Seguimos investigando, pero esta vez habiendo decidido que continuaríamos con la protección en las ventanas y nos convenció plenamente lo que descubrimos sobre las persianas de seguridad. Escuchad, seguro que a vosotros os convence de igual manera que nos ha pasado a nosotros.
Resulta que ahora, además de las clásicas persianas de toda la vida, también existen las persianas motorizadas que nos permiten, mediante una llave eléctrica, parecida a la que tenemos en casa par la luz, poder subirlas y bajarlas con solo accionarlas, con todo lo que ganamos en comodidad. Esta opción también la tenemos disponible con mando a distancia, pero también es cierto que con el considerable aumento de precio 😉
Pero lo mejor no es lo que os acabo de contar, lo mejor es que se trata de persianas autoblocantes. Me explico. Son persianas que disponen de mecanismos y sistemas internos que las convierten casi en inexpugnables, ofreciendo una gran seguridad para nuestro hogar y familia. Están realizadas en elementos tan importantes y sorprendentes como el aluminio extruido y con mecanismos antirrobo muy eficaces que evitarán que la persiana se pueda abrir desde el exterior. Esto lo consiguen gracias al sistema autoblocante que poseen entre las lamas de la persiana. Además, se pueden encontrar en distintas tonalidades lo que hace que puedan encajar perfectamente, tanto en el estilo de la fachada como en la decoración de tu casa.
De esto hace ya tres semanas y podemos confirmaros que las viejas y horrorosas rejas han pasado a mejor vida, dando paso a unas elegantes y maravillosas persianas de seguridad. Ahora, cada vez que veo mi casa desde fuera, me surge una amplia sonrisa en el rostro. Y mi familia se siente totalmente segura. Esto es lo mejor de todo y lo más importante.