Uniper es un gigante alemán que representa uno de los mayores compradores de gas proveniente de Gazprom, pero que tras toda la coyuntura geopolítica actual ha anunciado el cese absoluto en la recepción y en el suministro de gas natural ruso. Este suministro ha mantenido una ascendente reducción desde mediados de junio hasta alcanzar el final del proceso y por consiguiente la confirmación de la gasista alemana de su independencia del gas natural proveniente de Rusia.
Este informe de Uniper establece que luego de diversas interrupciones de variadas intensidades, finalmente se ha detenido por completo el aprovisionamiento del gas natural de Rusia, lo que dispara las alarmas y conlleva a que si Alemania y Europa no pueden evitar la inminente escasez de gas, si es posible que se pueda gestionar las decisiones relativas a dónde y cómo se deberá ahorrar este recurso energético.
Gazprom cierra el grifo de gas hacia Uniper
Europa mantiene y se rige por una normativa donde existen clientes privilegiados o mejor dicho protegidos ante un hipotético episodio de escasez inminente, como el caso actual de crisis energética desatada por la guerra Rusia – Ucrania y por la evidente cercanía del invierno. Entre estos actores están los consumidores de carácter privado, las residencias de ancianos, las escuelas, las universidades y los hospitales.
Es decir, el sector comercial e industrial con una prioridad sobre todos aquellos sectores no protegidos. De allí que las buenas decisiones son simplemente una necesidad para evitar daños, que de una u otra manera afectaran el sano desenvolvimiento de las actividades cotidianas de toda una nación. Un escenario que hace un año era inconcebible para muchas de estas empresas del primer mundo y que pese a su liderazgo a nivel mundial son dependientes de la energía proveniente de Rusia.
Altos precios con poca oferta de energía
Pero es que esta problemática va mucho más allá de estar incluida o no en la lista de empresas que no serían beneficiadas con el suministro de energía y es que muchas de ellas no podrán asumir los elevados precios del gas natural, generando que los cierres sean inminentes mientras se corrige esta problemática causada por la extinción en el suministro de la energía proveniente del gas de Rusia. Por lo que los daños estructurales y económicos serán en el mejor de los casos transportados a los precios finales de sus manufacturas, para de este modo tratar de mantener una especie de supervivencia mientras arriban tiempos mejores.
Las consecuencias de este desastre energético que si bien es auspiciado por Rusia, mantiene una altísima cuota de culpabilidad en las economías y en los diversos mercados europeos, ya que en efecto las malas políticas han permitido que la dependencia de todo un continente hacia la exclusividad casi total de energía de un único país, haya desencadenado esta crisis energética que si bien apenas comienza con el acercamiento de la temporada invernal.
Un colapso energético y un invierno que se acerca sin gas natural
Se espera un colapso en las cadenas de suministros donde en efecto abundaran las entregas canceladas y una constante y mantenida escalada de los precios donde en efecto todos los gobiernos se están preparando para ello. Y es que la subida constante e indetenible de los precios de los combustibles (internacionalmente hablando) hace que la misma Uniper sea incapaz de enfrentar y mantener esta situación. Lo que ha generado ciertas expectativas dentro del sector y además el silencio del estado permite inferir que vienen tiempos sombríos.
Los comunicados destacan la importancia de conseguir entrar en el invierno con la fortaleza de disponer de los almacenes a plenitud y absolutamente llenos, por lo que se mantiene el trabajo al más alto nivel para lograrlo. Por lo que se necesita de una altísima capacidad de importación, pero también una máxima capacidad de ahorro de gas natural. Porque se están reemplazando los volúmenes de gas que Rusia en incumplimiento de contrato no está despachando, por volúmenes de los Países Bajos y Noruega a precios muy altos y sobre todo de gas licuado.