Hoy te voy a sorprender con un tip para la salud y belleza de tu pelo: shampoo natural casero para el cabello que aparte de limpiarlo te lo cuida, porque todo lo que utilizas son productos naturales que te beneficiaran para que lo luzcas más bonito, fuerte e hidratado.
Casi todos los champús que venden en el mercado son perjudiciales para nuestro cuero cabelludo ya que son detergentes muy parecidos a los de lavar los platos. ¿Te imaginas lavarte la cabeza con un lavavajillas?, a mí se me ponen los pelos de punta solo de pensarlo. Seguro que sabiendo esto procuraras hacer tu propio champú casero orgánico.
Además, llevan otros productos químicos como siliconas que te dan la sensación de limpieza, suavidad y brillo, y nada más lejos de la realidad; lo único que hacen es ensuciarlo y engrasarlo.
Ten en cuenta que los cabellos se tienen que adaptar a los cambios de los productos que estás utilizando, pero como estos son naturales te dejarán el cabello perfecto.
Si quieres tener un pelo sano, fuerte y brillante, sigue leyendo cómo hacer champú casero y ya verás que fácil es.
Ingredientes:
- 1 litro de agua destilada.
- 2 cucharadas de romero para hacer infusión.
- 2 cucharadas de orégano.
- 2 cucharadas de cola de caballo.
- 1/2 cebolla.
- 5 cucharadas de jabón neutro.
- 15 gotitas de aceite de almendras.
Preparación:
Echa en un recipiente el agua destilada para hacer una infusión con el romero que ayudará a fortalecer los folículos capilares y tiene efecto rejuvenecedor.
Añade el orégano que tiene propiedades calmantes y terapéuticas.
Echa la cola de caballo que ayudar al crecimiento del cabello, darle fuerza y también es beneficioso para reducir la pérdida del cabello.
Agregas la media cebolla triturada que hace efecto de acondicionador. Hierve la infusión durante 5 minutos y la dejas reposar otros 5 ó 6 minutos.
Después la cuelas y la vuelves a poner a fuego lento.
Añade el jabón neutro rallado.
Le pones las quince gotitas de aceite de almendras para que el cabello crezca sano, fuerte e hidratado.
Por último, lo remueves siempre en el mismo sentido, que quede bien mezclado.
Lo dejas enfriar, rellena los recipientes y ya está listo.
