Generalmente damos por hecho que las sobras de cualquier alimento que hayamos preparado en el día, puede guardarse en la nevera como una interesante reserva para una madrugada de hambre repentina. De igual manera, consideramos que esa porción no desperdiciada del almuerzo refrigerada puede guardarse en la nevera perfectamente.
Todo lo que acabamos de decirte son probablemente dos de las creencias más populares que existen, pero que no necesariamente se apegan a la realidad. Se ha comprobado que existen alimentos que no pueden calentarse en más de una ocasión, ya que una segunda pasada por el fuego o por el microondas puede descomponerlo y si lo consumes, prepárate para una terrible diarrea, un ataque de cólicos o en el peor de los casos una intoxicación de alta peligrosidad.
¿Por qué no debo calentar un alimento más de dos veces?
De acuerdo a la Agencia de Normas Alimentarias Británicas (FSA), un alimento debe consumirse una vez fue preparado. Someterlo a no solo uno, sino a varios recalentados aumentan el riesgo de sufrir una intoxicación y por si fuera poco, mata todos los nutrientes que pueda aportar.
También se ha determinado que conforme más se calienta la comida, esta pierde sus típicas propiedades organolépticas. Las vitaminas también se ven fuertemente atacadas pues algunas son más sensibles al calor que otras. Un caso icónico son las vitaminas del grupo B y la vitamina C; esta última es quizás la más delicada de todas, ya que las elevadas temperaturas sea como sea la descomponen. Se recomienda que cualquier alimento que contenga vitamina C sea calentado en el microondas por poco tiempo o en la cocina a fuego bajo.
7 alimentos que no debemos recalentar más de una vez
Brócoli y col rizada
Cuando exponemos la col rizada y el brócoli al fuego, dos de sus poderosos antioxidantes (luteína y zeaxantina) disminuyen estrepitosamente. Por consiguiente, te recomendamos que al momento de cocinarlos sea al vapor y por máximo 5 minutos.
Carne
El primer punto negativo de recalentar la carne, es que cada vez que lo haces el alimento pierde agua y por lo tanto se reseca. Para los cocineros profesionales se trata de un pecado contra la buena calidad. A nivel nutricional pierde altos porcentajes de vitamina B12, componente característico de la carne.
Cereales integrales y legumbres
Los cereales y las legumbres generalmente son una de las fuentes que más aportan enzimas responsables de llevar a cabo importantes funciones centrales del organismo, especialmente en el sistema metabólico. Las altas temperaturas disminuyen estos compuestos, provocando que el cuerpo quede en un desnivel que puede provocar la aparición de todo tipo de enfermedades.
Champiñones
¿Quién diría que estos suculentos hongos comestibles serían tan sensibles? Pues bien, los champiñones constituyen una de las más importantes fuentes de proteínas de origen vegetal, siendo su villano aniquilador el fuego del recalentado, el cual provoca la oxidación del producto y la pérdida de enzimas.
Espinacas
Este alimento constituye la primera causa de riesgo de toxificación, ya que contiene un alto porcentaje de nitratos que una vez entran en contacto con las altas temperaturas se convierten en nitritos y nitrosaminas.
Arroz
Seguramente vas a poner el grito en el cielo, pero el arroz es otro alimento que por nada del mundo debes recalentar. El problema real es la conservación del cereal, pues mientras más tiempo lo dejes a temperatura ambiente, más rápido proliferan microorganismos y bacterias de alta peligrosidad para el estómago. Estas suelen sobrevivir a temperaturas inferiores a los 100°C.
Pollo
Este alimento suele contener una bacteria llamada salmonella cuando se encuentra en mal estado. La incorrecta cocción aumenta el riesgo de su activación. Cuando se calienta en el microondas hay que verificar que se haga de forma uniforme y que no queden partes rosadas.