Uno de los alimentos que está de moda actualmente es la col rizada o el kale: una hortaliza que es prima de la col, el brócoli y la coliflor. Muchas personas están incorporando esta comida en sus dietas, principalmente por los beneficios que aporta a la salud.
Muchos chefs, nutricionistas, actrices, modelos… públicamente promocionan en sus redes sociales los increíbles beneficios del kale. No es para menos, pues se trata de uno de los superalimentos más completos que podemos consumir. ¡Sigue leyendo para descubrir todos los beneficios de la col rizada!
Las excelentes propiedades del kale
Según explica la Fundación Española de Nutrición (FEN), el kale o col rizada es un alimento bajo en calorías. En concreto, tiene 35 kilocalorías por cada 100 gramos y mucha agua, por lo que es una comida ideal para incluir en una dieta de adelgazamiento. En cuanto a su composición, estamos hablando de una verdura que tiene un mayor contenido en hierro que la carne de vacuno, y un contenido en calcio tan elevado que permite mantener los huesos saludables.
Además, es una hortaliza muy rica en vitaminas y minerales esenciales. También, gracias a que contiene glucosinolatos, puede ayudar a prevenir el cáncer. Lo que más les llama la atención a los que consumen este verde es su efecto saciante. Comer incluso una pequeña ración de kale te puede saciar durante unas horas. Por ese motivo también es un alimento idóneo para los que estén siguiendo una dieta con el objetivo de perder peso.
Las formas de consumir col rizada
La forma más recomendable de comer estos alimentos, al menos según los especialistas, es en crudo, ya que las buenas y nutritivas propiedades de los vegetales se mantienen intactas si los consumimos en crudo. Te recomendamos lavarlo bien y consumirlo con una ensalada o en un batido, junto con otras hortalizas y frutas. También tenemos que advertirte que las hojas de kale son muy duras, por lo que hay que empaparlas bien con aliño o agua para ablandarlas antes de consumirlas.
También puedes comer las hojas de kale salteadas con un poco de ajo y cebolla pochada, ingredientes que le dan un poco más de dulzor y gracia; al horno, una preparación muy fácil porque se asan en unos minutos y se convierten en crujientes chips; y, por último, blanqueadas. Pon la col rizada en agua hirviendo durante 30 segundos y remójalas enseguida en agua con hielo: eso significa blanquearla. De esta forma, pierde muy pocas propiedades, si es que pierde alguna, manteniendo aún su firmeza y su tonalidad verde característica. ¡Disfruta del kale, porque aparte de sano, está muy rico!