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Larga vida a tu cerebro evitando estos alimentos en tu dieta

Una lista con todo aquello que jamás deberías comer para mantener una mente sana. Somos lo que comemos y es hora de tomar conciencia de ello. 

Cada vez son más las evidencias científicas que demuestran que llevar una alimentación equilibrada es clave no solo para mantener un peso saludable y para mantener a raya el riesgo de padecer ciertas patologías fruto de una vida sedentaria. Hoy en día el ‘mens sana in corpore sano’ es algo rotundamente demostrado, por lo que a continuación queremos poner el foco en qué tipo de alimentos habría que evitar para mantener en forma nuestro cerebro.

Para tratar este tema con rigor y exactitud, nada mejor que echar mano de un libro que es un auténtico best seller, ‘Lo que la comida le hace a tu cerebro’. Lo firma la psiquiatra Uma Naidoo y de su mano pasamos revista a todo aquel alimento que hay que desterrar de la despensa para mantener la salud mental en equilibrio.

Cerebro sano con dieta adecuada

El quid de la cuestión está en lo que se denomina microbiota, que son las bacterias, hongos y levaduras que campan a sus anchas en nuestro intestino desde que vemos la luz por primera vez.  Esta ‘población’ depende de manera directa de lo que tomamos, de lo que consumimos, y está en la microbiota una correcta conexión cerebro-intestino que es lo que nos permite tener una buena salud mental y un cerebro funcionando a pleno rendimiento.

Bandeja de golosinas perjudiciales cerebro

Como apuntamos, la doctora Naidoo recopila los productos que es mejor dejar a un lado y a continuación desgranamos uno a uno los más importantes para que lo tengamos en cuenta al hacer la compra. Pensemos siempre que de lo que consumimos hoy depende nuestro bienestar del mañana y que en los alimentos y en cómo nos nutrimos está la clave del bienestar físico y mental.

Fuera alimentos procesados

Existe una importante corriente que aboga por ‘real food’, ‘comida real’. Hacen referencia a el valor que tiene y cómo influye en el organismo el optar por alimentos frescos y que no han pasado por procesos industriales, que transforman añadiendo aditivos, conservantes, colorantes y una larga lista de ‘toppings’, por decirlo de forma metafórica, que solo hacen dañar nuestro cerebro.

Dicho esto, apuesta siempre por frutas, verduras, hortalizas y legumbres, pescados y carnes, entre otros, que no hayan pasado por ningún tipo de transformación industrial. Los procesados son probablemente uno de los mayores enemigos del organismo y para una buena salud de nuestro cerebro es mejor olvidar pizzas, embutidos envasados, zumos de frutas industriales, galletas o barritas energéticas, entre otros.

Nada de productos con azúcares añadidos

Estos podrían incluirse en el punto anterior pero merece la pena pararse un momento para destacar que son más de los que creemos los alimentos que se comercializan en lineales y que presentan azúcares añadidos… pese a que jamás lo pensaría uno. ¿Ejemplos? Cereales y zumos, bebidas isotónicas y cremas de verduras preparadas, pan de molde, mayonesa o patatas fritas de bolsa.

La lista de productos que presentan azúcares añadidos es larguísima. Ojo siempre, ¿eh? La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda reducir el consumo total de azúcar tanto en adultos como en niños. De hecho, este no debe pasar del 10% de la ingesta calórica total por día. Otros detalles en el informe, haciendo clic aquí.

Los alimentos fritos, otro gran enemigo de la memoria

Sí, de la memoria, del buen funcionamiento de nuestro cerebro. Los fritos son perjudiciales a todas luces. Aportan, por un lado, una cantidad de grasas nada recomendables de cara a una adecuada salud cardiovascular, entre otras cosas, y además afectan a la capacidad cognitiva. Lo dice Uma Naidoo, tanto en su libro como a través de la Universidad de Harvard, entidad para la que trabaja.

La explicación está en que, pese a utilizar un aceite de calidad, al exponer el producto a altas temperaturas, el aceite vegetal pasa a convertirse en grasas saturadas y estas ‘ayudan’ al colesterol a tomar posición en las arterias. Los alimentos, por su parte, al pasar por la fritura, van destruyendo las células nerviosas del cerebro y eso afecta a la marcha correcta de nuestro ordenador central. Sí, del cerebro…

Bebidas alcohólicas, solo en momentos especiales

Sí, se dice mucho eso de tomar una copita de vino al día para estar saludables pero después hay evidencias científicas que ponen en entredicho esa creencia. La ingesta excesiva de alcohol podría incrementar las posibilidades que una persona presentara demencia, así que mucho ojo. Alcohol en días señalados y momentos especiales si queremos un cerebro a tope de energía y 100% operativo.

¡Peligro! Hidratos de carbono de alto índice glucémico… ¡Fuera!

Otro enemigo de nuestro cerebro, otra familia de alimentos a evitar para estar saludables a nivel mental son los hidratos de carbono que presentan un índice glucémico (IG) alto. Explican nutricionistas y expertos en alimentación que los alimentos con este tipo de hidratos aumentan de forma rápida los niveles de glucosa en la sangre. Eso afecta al organismo por completo y tiene cierta relación e incidencia con enfermedades como el alzheimer, los ictus o la depresión.

Para los que no conocemos bien el término ‘índice glucémico’, este hace referencia a los carbohidratos e indica la velocidad con la que el nivel de glucosa en sangre se incrementa tras ingerir alimentos que los llevan. Hay que prestar atención así a ello para que nuestra dieta sea lo más saludable posible para nuestro cuerpo y nuestro cerebro. Somos todo uno, no hay que olvidarlo.

Conservantes que restan a la salud cerebral

Finalmente, la doctora Naidoo señala con el dedo los nitratos, un conservante bastante frecuente que se da en productos de consumo tan frecuente en muchas casas como son la charcutería y los embutidos. Se relacionan con dificultades para concentrarse y pérdida de memoria. También explica que las investigaciones señalan que los nitratos llegan a alterar bacterias intestinales que se relacionan con el surgimiento del trastorno bipolar.

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