Una dieta a base de alimentos saludables nos ayuda a tener una mejor calidad de vida, sentirnos mejor y estar en forma. A menudo, tendemos a llenar nuestra nevera o la despensa con productos que pensamos que son beneficiosos para nuestro organismo o, al menos, eso nos dicen.
La publicidad suele tener mucha culpa sobre los alimentos que consideramos saludables. Envases con letreros que gritan reclamos como ‘bajo en calorías’, ‘sin azúcares añadidos’ o ‘rico en vitaminas’, son solo algunas de las frases que han hecho que pensemos que alimentos sin cualidades especialmente saludables sean vistos como imprescindibles en una dieta sana.
Los médicos recomiendan eliminar de tu dieta los mitos de alimentación sana
Si queremos llevar una alimentación sana, lo ideal es, además de acudir a un especialista en nutrición para una dieta adaptada a nuestro caso concreto, optar por productos naturales como fruta de temporada, verdura o pescado y reducir los alimentos procesados que se venden como saludables.
La idea de que estos alimentos tienen propiedades beneficiosas está más cerca del mito que de la nutrición. A menudo, alimentos y productos presentes en muchas dietas de adelgazamiento o de mejora de nuestro cuerpo en algún sentido, pueden ser más perjudiciales que beneficiosos para nuestra saludo o, en el mejor de los casos, no representan ninguna ventaja nutricional.
Los alimentos que no son tan saludables como dicen
Para evitar que el marketing, los productos milagrosos y otras creencias nos impidan alcanzar nuestro bienestar corporal pleno, lo mejor es desmentir algunos mitos sobre estos alimentos.
El primero probablemente te sorprenda mucho. Si bien la fruta es un alimento fundamental es cualquier dieta equilibrada, sin embargo los zumos no lo son tanto. El zumo de naranja exprimida, por ejemplo, es un fijo en los desayunos sanos. Pero cuando eliminamos la fibra de la fruta y nos quedamos solo con su jugo, los índices de glucosa suben. Si no vamos a hacer el desgaste energético que requiere esa bebida, es mejor no tomarla.
Otro alimento común en dietas sanas, especialmente en las que buscan eliminar grasas, es el fiambre de pechuga de pavo. Si bien la pechuga, ya sea de pollo o de pavo, en filetes para hacer en casa a la plancha es una estupenda fuente de proteínas, en el caso del fiambre no es igual. De echo, suele ser una carne sin valor nutricional, con una alta cantidad de azúcar y grasas trans. Es mejor consumirla con poca frecuencia.
Los mueslis y las barritas de cereales, dos grandes mitos a desmentir
El muesli, la granola y otros cereales frecuentes en el desayuno, se suelen presentar como una opción saludable para empezar el día. Sin embargo no siempre lo son. Si bien existen algunas marcas que ofrecen un producto válido desde el punto de vista nutricional, no es la norma. No hace falta eliminar estos alimentos, pero sí saber leer su etiquetado de nutrientes y encontrar los que nos aporten la fibra y las proteínas que buscamos.
En el caso de las barritas energéticas, estás suelen ser una concentración de cereales, frutos secos y frutas. Salieron al mercado como un snack saludable, sin embargo casi concentran las mismas grasas y azúcares que cualquier otro snack. Para picar entre comidas, lo mejor es una pieza de fruta.
No todos los lácteos valen como alimentos saludables
Son otro clásico de los desayunos y cenas saludables. Los yogures y leches fermentadas suelen ser muy recomendables en dietas light. Sin embargo, no todos valen. En el caso de los yogures suelen llevar azúcar añadido o llevan aditivos para dar los sabores afrutados. Además están pasteurizados, por lo que no son la fuente de probióticos que se suponen que deben ser.
Lo mejor para seguir encontrando estos microorganismos beneficiosos para la flora intestinal es acudir a leche normal y yogures naturales sin azúcar.
Aunque no se trate de lácteos, las bebidas de origen vegetal, conocidas como leches vegetales, también merecen una reflexión antes de terminar. Y es que la mayoría de estas bebidas llevan azúcar añadido para hacer estos productos más acptables a la mayoría de los gustos. Antes de elegir una de estas bebidas, es muy recomendable leer la etiqueta de nutrientes y encontrar una marca que ofrezca una elaboración lo menos procesada posible.
