El huevo es un alimento muy común en nuestra dieta, principalmente porque es tan versátil que puede incorporarse en prácticamente cualquiera de las comidas que podemos preparar. Se puede elaborar de muchas formas, está lleno de nutrientes y es muy aconsejado por las guías alimentarias. Los platos más comunes elaborados con este ingrediente son, entre otros, el huevo frito, el huevo cocido, la tortilla… Seguro que has probado más de uno, y lo más probable es que lo consumas de forma más o menos habitual. Dicho todo esto, si quieres conocer todos los beneficios del huevo, sigue leyendo.
Propiedades y beneficios del huevo
El huevo es un alimento que es bastante nutritivo. En primer lugar, tanto la clara como la yema son fuentes de proteínas. En segundo lugar, la clara contiene muchas vitaminas, y es capaz de aportar entre un 10 y un 20% de la cantidad diaria recomendada de los tipos A, D, E y K. Los huevos también contienen minerales, como el fósforo, el selenio, el hierro y el zinc. Como puedes ver, son muy completos, y por eso se recomienda mucho su consumo desde instituciones tan prestigiosas como la OCU.
Por citar y explicar algunos de los beneficios que es capaz de aportar el huevo a nuestra salud, te dejamos los siguientes:
- Alto contenido en vitaminas y minerales: en total, reúne 13 vitaminas y minerales esenciales en cantidades necesarias para el buen funcionamiento del cuerpo: vitaminas A, D, E y B12, entre ellas; y minerales como el zinc, el hierro, el calcio… Volvemos a lo mismo, y es que en verdad se trata de un alimento sumamente completo.
- Disminuye el riesgo de padecer enfermedades visuales: el huevo es rico en carotenoides zeaxantina y luteína, que son sustancias antioxidantes que intervienen en la prevención de afecciones visuales como las cataratas, que normalmente aparecen con los años.
- Es perfecto para dietas planteadas para bajar de peso: al contener proteínas, es un alimento que sacia bastante. Aparte, es bastante bajo en calorías, ya que aporta tan solo 75 calorías por unidad. Esto se traduce en una combinación absolutamente ganadora, ya que logra disminuir el apetito aportando pocas calorías y muchos nutrientes.
- Favorece el desarrollo del cerebro: la colina es un nutriente muy importante para el desarrollo del cerebro, la memoria y el aprendizaje. La luteína es otro nutriente que se asocia a una mejor función cognitiva en adultos y adultos mayores, además de que también es beneficiosa para la visión. La buena noticia es que la yema de huevo contiene ambos nutrientes.
- No contiene conservantes ni aditivos: el huevo está libre de estos componentes que pueden atentar contra nuestra salud. Es un alimento 100% natural. Si quieres huevos de una mayor calidad, te recomendamos que compres los camperos puestos por gallinas criadas en libertad.
Algunos ejemplos de platos sencillos con huevo
Lo más probable es que muchas de las elaboraciones que hemos nombrado en la introducción las hayas preparado alguna vez, y seguramente las prepares habitualmente. Por ello, hemos decidido que, en este apartado, conviene presentarte recetas algo más elaboradas en las que el huevo juega un papel fundamental, para que puedas disfrutar de este completo alimento de distintas maneras:
- Arroz a la cubana: es un arroz delicioso, que sobre todo les gustará a los más pequeños. Se elabora con salsa de tomate, plátano y huevo fritos. Si no lo has probado aún, te lo recomendamos encarecidamente. Sabemos que te encantará.
- Huevos rotos con patatas: para preparar este plato, simplemente tienes que freír unos tres o cuatro huevos, freír unas patatas cortadas en tiras y mezclar todo bien una vez esté listo. Es imprescindible salarlo bien para que quede realmente rico. En pocos minutos, podrás disfrutarlo con tus amigos o tus familiares, ya que es contundente y está pensado para compartir.
- Aguacate con huevo y bacon: esta receta es muy original. Es bastante utilizada por las madres para que sus hijos coman aguacate sin protestar. Sin embargo, para los adultos puede ser un auténtico manjar. La preparación es sencilla: solamente hay que abrir un aguacate al medio, colocar dentro el huevo y el bacon y, una vez terminado el proceso, meter todo en el horno. En poco tiempo estará listo.
- Tortilla francesa: es el tipo de tortilla más fácil de preparar, mucho más que la tortilla de patatas española. Simplemente tienes que batir dos o tres huevos en un plato y freírla en una sartén. Podrás darle la forma que más te guste. Antes de freírla, además, puedes incorporar al huevo toda clase de ingredientes: taquitos de jamón, verduras, queso… Lo importante es que la prepares a tu gusto.