El jamón ibérico es uno de los embutidos de mayor calidad que podemos disfrutar en ocasiones especiales, como por ejemplo las Navidades. Sin embargo, no todos son igual de buenos. Si quieres comprar el mejor posible, debes aprender cuál es el criterio de clasificación de los distintos jamones ibéricos. No te preocupes, porque no tiene mucho misterio.
Si sabes qué jamón ibérico es mejor que otro, podrás comprar uno con el que triunfarás con todo el mundo que tenga la ocasión de probarlo. A continuación, te contamos todo acerca de esta forma de filtrar jamones que te ayudará a convertirte en el rey estas Navidades. Nada como una cena de Nochebuena o de fin de año con un aperitivo de primera para degustar.
La clave para distinguir jamones ibéricos está en las etiquetas
Como hemos comentado en la introducción, el método para filtrar jamones ibéricos según su calidad es increíblemente simple. Solo tienes que fijarte en el color de la etiqueta que tenga la pata de cerdo ibérico que quieras comprar. Si es de color negro, significa que ese jamón es de la más alta calidad, puesto que es de bellota 100% ibérico. Este jamón ibérico es el que tiene un sabor más intenso y puro de todos, y por eso es el mejor valorado y el más caro.
Si la etiqueta es de color rojo, significa que ese jamón es de bellota ibérico. También es de excelente calidad, pero un poco inferior al de la etiqueta negra. Si tiene una tonalidad verde, el jamón es de cebo de campo ibérico. Los jamones de cebo suelen ser 50% raza ibérica, no 100%, y por eso son más baratos, pero el de campo es el mejor de esta categoría. Por último, si la etiqueta es blanca quiere decir que ese jamón es de cebo ibérico: el de peor calidad, que no quiere decir que sea malo ni mucho menos. Ahora que conoces el criterio de clasificación de jamones ibéricos con relativa profundidad, ya sabes con cuál podrás impresionar más a tus familiares y amigos estas Navidades.
Otra clasificación de jamones ibéricos
También puedes establecer categorías diferentes de jamones según la alimentación de los cerdos de donde provengan. Por ejemplo, los de bellota son de cerdos alimentados con bellotas, hierbas y otros recursos 100% naturales de la dehesa, sin nada de pienso. Los de cebo de campo han sido alimentados con piensos de cereales y leguminosas. Por último, los de cebo comunes y corrientes han sido alimentados por piensos que tienen una peor calidad, aunque no por mucho. ¡Apúntate toda esta información para cuando vayas a adquirir tu pata!