Las últimas estimaciones de la Unión Europea sobre la subida del precio de los alimentos básicos no son nada esperanzadoras. Según el organismo, estos aún no han tocado techo y lo que pagamos por productos tan necesarios como el pan, las legumbres o el aceite continuará aumentando en los próximos meses.
Esta subida ya nos cuesta una media de entre 900 y 1000 euros más al año. Así que, frente a esta situación, es necesario tirar de ingenio a la hora de ir al supermercado y saberse unos cuantos trucos que, aunque no lo parezca, nos pueden ayudar a rebajar considerablemente el aumento.
Ahorrar en la compra es cuestión de hábitos
El ahorro empieza en casa. No se trata solo de buscar las mejores ofertas del supermercado. Organizar nuestras comidas a corto plazo ayuda a optimizar la compara y reducir el desperdicio. Lo primero que debemos hacer es preparar un plan semanal de comidas para saber qué alimentos vamos necesitar. A la hora de hacer tu plan, mira que tienes ya en casa, de este modo puedes ajustar tu lista a comidas para las que necesites comprar menos cosas.
Es preferible hacer compras pequeñas, por este motivo un plan semana es lo ideal. Las compras mensuales, por ejemplo, suelen hacerse sin un conocimiento real de lo que vamos a consumir. Es frecuente comprar más cosas de las que necesitan realmente y que muchos de los alimentos acaben en la basura en mal estado.
Trucos para ahorrar en el supermercado
Una vez tenemos nuestra lista de la compra, es importante tener saber varios trucos a la hora de elegir marcas y productos.
Aprovecha las promociones, pero sin que las promociones se aprovechen de ti.
Muchas veces vemos ofertas de 3×2 en productos que si te llevas tal cantidad de un producto tienes una parte adicional de regalo. Estas ofertas están muy bien a largo plazo. Por ejemplo, si tenemos este tipo de ofertas en aceites o productos de limpieza, nos conviene usarlas porque tarde o temprano vamos a consumir la parte rebajada.
Sin embargo, para lácteos, frutas, verduras y otros productos perecederos, estas ofertas pueden acabar en un desperdicio de comida y un gasto innecesario en caso de que no nos de tiempo a consumir la parte ofertada. En algunas ocasiones es mejor pagar uno por el precio de uno, que tres por el precio de dos.
Comprarlo todo en el mismo sitio o en tiendas distintas
Si vives en un lugar apartado con pocas opciones para hacer la compra o tienes que coger el coche para hacerla en un supermercado, es probable que no puedas tener mucho donde elegir. Pero en el caso de que vivamos en zonas céntricas o cercanas a espacios comerciales y tengamos varios establecimientos a mano, podemos aprovecharlo.
Las cadenas de supermercados suelen tener distintos precios y gamas de productos. Por eso es bueno saber en qué lugar es más económico comprar cada producto. No se trata de hacer la compra como quien está participando en una gymkana, pero sí que podemos hacer grupos de productos que comprar en cada establecimiento para ahorrar unos cuantos euros.
Además, en Internet, puedes consultar los precios de cada supermercado antes de salir de casa e ir directamente a por lo que necesitas de cada uno.
Saber cuándo conviene comprar una marca blanca
Las marcas blancas suelen presentarse como la opción de compra más económica. Sin embargo, una cesta de la compra solo a base de marcas blancas puede resultar menos económica que una que mezcle estos productos con los de otras marcas comerciales.
Algunos productos de marca tienen costes menores a su homónimo en marca blanca. Es el caso del atún Razo, por ejemplo, cuyo coste está por debajo de la marca blanca de Carrefour o la de las cadenas asociadas a la marca Elige (El jamón o Supermercados Más, por ejemplo). Por otra parte, no hay que ignorar la relación calidad-precio o cantidad precio. Algunas veces unos céntimos más suponen un ahorro mayor.
Hay productos más baratos que los productos baratos
No, no es un error de redacción. Tiene su explicación. Los supermercados suelen colocar los productos en orden a una intención en los hábitos de compra de los consumidores.
Cuando quieren darle salida a un producto, estos suelen estar en zonas más visibles —como los estantes que quedan a la altura de los ojos— y además, al lado suelen colocarse productos más caros, para que de la sensación de que te llevas lo más barato. Es como el mago que te distrae con una mano mientras hace el truco con la otra.
Cuando estés ante la variedad de marcas de un producto, fíjate en los precios de los productos colocados en las baldas más bajas, más altas o en los que que están dónde empieza la gama de otro producto. En los márgenes es donde realmente suelen estar los mejores precios.
Por último recuerda hacer la compra siempre con el estómago lleno. No hay peor compañía que el hambre para ahorrar cuando vamos al supermercado.