Conforme vamos haciéndonos más mayores notamos que nuestro organismo no reacciona de la misma manera a los alimentos. Lo que antes no nos engordaba, de pronto nos aumenta de peso con solo mirarlo. Alimentos pesados que antes devorábamos sin consecuencias, ahora nos provoca acidez. Y, ¿por qué tengo esta necesidad repentina de comprar fruta?
Nuestras necesidades y hábitos de alimentación evolucionan con nosotros. Si te estás acercando a los sesenta años o ya los has pasado existen una serie de alimentos que son fundamentales para un desayuno saludable adecuado a esta etapa de la vida.
La importancia de los alimentos adecuados para mayores de 60 años
Con el paso de los años nuestros órganos pierden las capacidades que mostraban cuando somos más jóvenes. A partir de los 60 años, estos cambios se hacen más notables y los nutrientes se comportan de otra manera en nuestro organismo y, por lo tanto, hay que adaptar su ingesta a las nuevas necesidades.
Mantener nuestro organismo en las mejores condiciones posibles hará que disfrutemos de nuestra época de madurez. Una edad de la que se puede disfrutar como nunca antes en la vida siempre que nuestro cuerpo goce de buena salud y, para eso, empezar el día con un desayuno pensado para cuidar de esta etapa de nuestro organismo es clave.
¿Qué alimentos deben estar en un desayuno para mayores de 60?
La alimentación puede variar en función de cada persona, por ejemplo, algunas necesitan menos calorías, pero siempre necesitan tener suficientes nutrientes. Otras necesitan proteínas para poder mantener una salud buena que les permita realizar las actividades a las que se quiera dedicar en este tiempo de ocio.
Hablando en términos generales, una vez cumplidos los 60, la finalidad de nuestros desayunos es obtener el mayor número de nutrientes con una baja aportación calórica. Para ello, lo ideal es incluir en nuestro desayuno frutas y verduras de diferentes colores y, a poder ser, que estén en temporada. Además, se debe buscar la aportación de fibra en los cereales integrales como arroz y avena. Si nos gusta desayunar con leche, lo ideal es que sea desnatada o de origen vegetal fortificada con calcio y vitamina D.
Es muy recomendable incluir vitamina B12 y Omega 3
Según un estudio de Academia Nacional de Medicina de Estados Unidos, la falta de vitamina B12 en mujeres, superada esta edad, podría estar detrás de problemas relacionados con la demencia. Carne de aves, de vaca y de pescado, y los lácteos son algunas fuentes de vitamina B12 que se pueden incluir en el desayuno, el almuerzo o la cena.
Por otro lado, el Omega 3 es un ácido graso muy necesario y útil para mantener y restaurar las funciones vitales del cuerpo. Sus beneficios se notan especialmente sobre el cerebro al mejorar el estado de las células, lo que conlleva a un mejor equilibrio mental, conservar una buena memoria y un estado de ánimo positivo. La principal fuente de Omega 3 es el pescado azul como sardinas, atún, salmón o las truchas.
Empezar el día con estos alimentos, especialmente en el caso de las frutas y los cereales, puede ayudarnos a conservar un estado de salud muy bueno más allá de los 60 y 70 años. Si no están en nuestro desayuno, pueden formar parte de otras comidas del día. Lo importante es el equilibrio de nutrientes.