Una de las mayores joyas de la gastronomía española es, sin ninguna idea, el jamón ibérico. Tanto es así que ha traspasado fronteras y, allá donde ha ido, ha triunfado, incluso en un país con una dieta radicalmente diferente a la de España como China. Sin embargo, ¿sabes cómo puedes disfrutarlo al máximo o cómo sacarle el máximo partido?
A lo mejor no, y por eso en este artículo te lo queremos contar. Te enseñaremos varios trucos que te harán disfrutar como nunca antes degustando este riquísimo alimento. Si te consideras un amante del jamón ibérico, te interesará mucho lo que te contaremos a continuación. ¡Te aseguramos que los aplicarás en muchas ocasiones desde la primera vez que los pruebes!
Algunos trucos muy útiles para gozar comiendo jamón ibérico
La mayoría de entendidos de este producto cárnico de primera categoría recomiendan mucho acompañarlo de un buen vino. Pero, ¿Qué tipo de vino? Los mejores para acompañar un buen jamón son el vino blanco, el rosado y el cava. El vino tinto no se recomienda por una simple razón, y es que puede afectar la textura del jamón ibérico. Este alimento, por lo general, suele tener una textura suave y fácil de masticar, y con el vino tinto esta se puede volver más carnosa, lo que empeora la experiencia de consumo.
En cuanto al tamaño de las lonchas, estas deben ser finas y de tamaño pequeño o mediano. Tiene una explicación, y es que el corte, cuanto más delicado y preciso sea, libera los aromas y los sabores del jamón, ya que la grasa se derrite en el paladar más fácilmente. Los expertos, además, recomiendan cortar las lonchas a temperatura ambiente, ya que de esta forma la grasa se fundirá correctamente al contacto con el paladar. Por último, el jamón ibérico que más recomiendan los especialistas son los de Denominación de Origen Protegida, como los de Jabugo o los de Guijuelo. La razón es muy evidente, y es que son los jamones de mayor calidad.
Las partes del jamón ibérico: cada una te aporta una cosa diferente
Este alimento se compone de diferentes partes, como la maza, la contramaza, la punta y la babilla. Cada una de ellas posee unas características y unos sabores que son únicos. Los matices y las texturas varían mucho en función de la zona que cortes. Te invitamos a comprobarlo cuando te hagas con una pata de jamón ibérico. En definitiva, el jamón ibérico es un producto cárnico de una calidad excepcional, pero puedes aumentarla todavía más, mejorando así la experiencia de consumo, si aplicas los trucos que te hemos presentado en la anterior sección.