Son muchos los factores a tomar en cuenta a la hora de elegir el aceite de oliva que necesitamos consumir en la dieta diaria. Porque su producción, comercialización y venta está sujeta a todo un mundo de condiciones legales a nivel de la legislación española y comunitaria, y a estrategias de mercadeo, que hacen que algunas marcas tengan más popularidad que otras.
En realidad, dado el catálogo tan amplio de este producto en España, hay como dice el refrán popular, para todos los gustos y colores, por lo cual en cuanto a consumir alimentos que potencien nuestra salud, en esto es una virtud ser cuidadosos y selectivos al leer la letra pequeña.
Aquí pretendemos mostrarte una guía muy sencilla con algunos elementos claves que deben aparecer en las etiquetas de los aceites de oliva.
Elementos nutricionales
Resulta imprescindible que en cada etiqueta se especifique con claridad la información correspondiente a los siguientes aspectos: valor energético, grasas totales, grasas saturadas, hidratos de carbono, azúcares, proteínas y Sal. Los cuales obviamente varían según los tipos de olivas, los métodos de extracción, tiempo de almacenamiento y tipos de envase usados para su distribución final.
Aspectos más específicos
Ya de manera más específica, y en cuanto a los tipos de aceite que se requieren para incrementar una dieta saludable, las etiquetas de aceite de oliva deben contener los siguientes datos:
- Categoría: Por ejemplo, en la etiqueta se debe indicar si es aceite de orujo de oliva, aceite de oliva, aceite de oliva virgen o aceite de oliva virgen extra. Es cierto que todos provienen de la oliva, sin embargo, debido a sus componentes, sólo los dos últimos conservan todas las propiedades beneficiosas para la salud. Como los altos niveles de polifenoles, por ejemplo. Y esos dos tipos poseen el mayor nivel de calidad, expresada en sus sabores y olores.
- Variedad: En la península ibérica las más consumidas son Picual, Cornicabra, Arbequina y Hojiblanca. Cada cual le agrega propiedades diferentes al producto. Así como sucede con el sabor (amargo, fuerte e intenso, suave o afrutado). Esto es importante saberlo porque va a depender para qué lo vas a usar y según cuales sean tus gustos. En ello varia el aceite que se recomienda si es para ensaladas o para freír, por ejemplo.
- Mezclas: a veces se encuentran algunos aceites elaborados con mezcla de diferentes calidades, lo cual deberá constar en la etiqueta. Por ejemplo, si esa mezcla se produce con aceites de varios países de la UE, en la etiqueta debe aparecer el nombre de cada país o decir que es un aceite comunitario. Y si se mezcla con un aceite de fuera de la Comunidad Económica Europea, se debe indicar que es aceite comunitario y extracomunitario, sin necesidad de poner el país de procedencia. Y por último, si la mezcla está basada en hierbas u otros condimentos, en ese caso no tiene denominación de aceite de oliva.
- Procedencia: alude al lugar de origen. Y si pertenece a una Denominación de Origen, debe poner a cuál y quién lo produce, envasa y distribuye.
Como sabemos que te encanta este ingrediente, te interesará saber cuánto tarda un olivo en empezar a dar su fruto: las olivas y su principal derivado.
¿En qué nos guían las etiquetas?
Las anteriores indicaciones deben estar visibles en las botellas de aceite de oliva que vayas a comprar. Además de otras informaciones que cualquier alimento envasado debe tener: lote, contenido neto, fecha de preferencia de consumo y la información nutricional. Sin embargo, hay otras dos indicaciones que pueden aparecer, si así lo considera el fabricante:
Características: sólo en la etiqueta del aceite de oliva virgen extra y en la del aceite de oliva virgen puede aparecer información acerca del sabor y propiedades organolépticas, estos son los que más nos interesan por sus efectos beneficiosos para la salud, consumidos tanto en frio así como también en frituras.
Grado de acidez: si se indica el grado de acidez, debe ir acompañado de otros tres parámetros: el índice de peróxidos, contenidos de ceras y absorbencia ultravioleta.
Como hemos visto, aunque proviene de un fruto maravilloso por sus propiedades, el aceite que vayamos a elegir para incluirlo en una dieta saludable debe ajustarse a unas determinadas propiedades que aumentan sus efectos benéficos para el organismo. En ello podríamos decir que en el detalle de la etiqueta podemos ver la calidad de aceite que se ajusta a nuestra dieta. Y se expresa también el grado de responsabilidad de cada consumidor en su propio proceso de toma de conciencia del valor de las etiquetas de los productos que mas consume.