La taza de café del desayuno y la de media tarde son dos placeres a los que los amantes de esta bebida no pueden renunciar. Una buena parte de la población suele tomar esos cafés en la calle en la mayoría de las ocasiones, ya sea por trabajo durante la mañana o para echar el rato por la tarde.
El café es un producto que suele tener un bajo coste ya sea en una cafetería o en el supermercado para hacerlo en casa. Por lo que no solemos reparar en el gasto que supone al cabo del año. Sin embargo, un cambio de hábito puede suponer un ahorro considerable, la Organización de Consumidores y Usuario (OCU) se ha encargado de hacer ese cálculo y de saber como reducir ese gasto.
¿Cuánto nos gastamos en café al año?
En caso de que nuestro consumo habitual de café sea en el bar o en la cafetería, nuestra factura anual en café podría alcanzar los 400 euros. Es decir, que cada mes estaríamos destinando entre 30 y 35 euros de nuestro sueldo a este producto.
Es normal que en ocasiones, prefiramos tomarlo en la calle. Sobre todo cuando el café es la excusa para quedar con alguien o salir a dar una vuelta. Sin embargo, podemos reducir en el gasto aumentando el porcentaje de cafés que nos llevamos bebidos de casa y, si elegimos algunas marcas blancas con una excelente relación calidad precio, mucho mejor.
La mejor relación calidad-precio del supermercado
Si en nuestro plan de ahorro hemos decidido reducir el número de cafés que nos tomamos en la calle y disfrutar de esta bebida en casa con más frecuencia, existen varias marcas blancas que han obtenido una estupenda puntuación en el estudio realizado por la OCU, incluso mejor que algunas marcas comerciales muy conocidas.
Entre las marcas blancas con mejor opinión por parte de los consumidores, destacan la de Alcampo y la marca de la línea de productos de Carrefour. Ambas se ofrecen por un coste inferior a 1,50 euros por 250 gramos y una calidad más que aceptable, incluso bastante buena según quienes las toman y prefieren a otras opciones más populares.
Este cambio en nuestros hábitos cafeteros puede suponer un notable ahorro anual. El ahorro para una persona ya es considerable, aunque las personas que viven solas, al tener menos gastos, tienden a no escatimar en lo que les gusta. Sin embargo, en un hogar con dos o tres habitantes consumidores de café el coste por cada año podría pasar de 216 euros a cerca de 100.