La llegada del buen tiempo trae consigo la temporada de los tomates y, por lo tanto, el gazpacho comienza a convertirse en un alimento habitual de nuestro día a día.
Esta bebida nutritiva, sabrosa y refrescante que tradicionalmente se elabora de forma casera, lleva tiempo ofreciéndose envasada en los supermercados. Son varias las marcas de alimentación que ofrecen su gazpacho y la Organización Mundial de la Salud (OCU) se ha pronunciado sobre estos productos.
El gazpacho nos hidrata, refresca y alimenta
El gazpacho es una receta que forma parte de la llegada del verano en prácticamente la totalidad de los hogares españoles. No solo es un plato refrescante y sabroso, se trata de una bebida hidratante rica en vitamina C y minerales como el potasio.
Aunque al licuarse las verduras y hortalizas que forman parte de la receta se pierde fibra, no pierde aporte energético gracias a la presencia del pan —quienes añadan pan— y del aceite de oliva. Su aporte calórico, incluso en las recetas con pan es muy bajo, menos de 110 kcal por cada 200 ml, más o menos un vaso.
Este es el mejor gazpacho según la OCU
No todo el mundo tiene tiempo para preparar gazpacho cada dos días. Muchos consumidores eligen algunas de las opciones envasadas que venden en los supermercados, al ser fácil de llevar y una solución instantánea a las ganas de disfrutar de este alimento.
Aunque existen recetas muy conseguidas, muchos no incorporan el pan en sus recetas y el contenido en aceite suele ser muy bajo. El aporte calórico es muy bajo, unas 90 Kcal de media, pero difícilmente se encuentra un producto que no resulte una decepción en comparación con la receta tradicional de nuestra gastronomía.
Ningún gazpacho envasado puede ser tan fresco como el casero
Con el aumento de la variedades de gazpacho, también crecen las forma de competir en el mercado de las marcas y vender el producto como «fresco» es uno de los reclamos más utilizados. Pero ¿se puede hablar en realidad de gazpacho fresco envasado?
La OCU explica que la clave está en uno de los ingredientes mas importantes del gazpacho, el vinagre. Además de dar sabor, el vinagre baja el pH de la preparación, lo que permite evitar alteraciones microbiológicas. El gazpacho casero tiene una vida útil de tres o cuatro días, un plazo demasiado corto para que su venta en supermercado sea rentable y no haya que tirar producto en mal estado.
Para ello, se someten a un tratamiento térmico para garantizar su seguridad. Con el avance de las nuevas tecnologías, estos tratamientos son menos agresivos e incluso dan paso a otras técnicas, como pueden ser las altas presiones.
No siempre siguen el mismo tratamiento de conservación
Al comprar gazpacho envasado, podemos encontrar gazpachos sometidos a una pasteurización (menos de 85 ºC durante unos 20 segundos) o a una «flash pasteurización» o HTST (tratamiento de unos segundos a 88 ºC), e incluso algunosque no se han sometido a ningún tratamiento térmico.
Cuando vemos el reclamo «fresco» en la etiqueta, tenemos que tener en cuenta que no siempre se especifica claramente el tratamiento al que se someten los gazpachos. Incluso aquellos que indican “no pasteurizados” no pueden garantizar que no hayan pasado por algún tratamiento de conservación.