¿Estarás las grandes compañías eléctricas detrás de la venta de imanes para las neveras? ¿O serán las farmacéuticas las interesadas en que comamos alimentos en mal estado?
Pueden parecer unas preguntas un poco locas, pero desde hace un tiempo se está extendiendo la creencia de que esos imanes que solemos traer de los viajes o nos regala como obsequio promocional alguna bebida podrían estropear los alimentos y encarecer la factura de la luz. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha salido a despejar dudas.
Convivimos con un peligroso campo electromagnético
Quienes defienden o creen que los imanes en la nevera nos perjudican sostienen que, por un lado, el campo electromagnético que crean los imanes podrían aumentar la tensión energética y provocar un aumento del consumo de luz y que paguemos facturas más altas.
Por otras parte, ese mismo campo, podría afectar a la composición de los alimentos y provocar una serie de reacciones que podrían ser perjudiciales para la salud. No estaría de más saber cuántos imanes tiene esta gente en su nevera para llegar a plantearse tales efectos.
La OCU responde a las creencias sobre los imanes de la nevera
La OCU ha intervenido para despejar las dudas sobre estos rumores y aclarar que es cierto que las corrientes eléctricas, como las que usamos en los electrodomésticos de casa al enchufarlos, interactúan con los campos magnéticos. Pero que los imanes que solemos poner en la nevera no tienen tanta capacidad, ya que su campo magnético es absolutamente insignificante. Puedes cubrir la nevera con estos imanes y no pasaría nada sobre tu consumo de luz.
Del mismo modo que la potencia de estos imanes es demasiado débil como para influir en la electricidad suministrada a la nevera, también lo es como para traspasar la puerta y llegar a afectar en algún modo a los alimentos del interior.
Lo peor que te podría pasar por poner imanes en la nevera
Pese a la ventaja que supone tener un lugar en el que colocar recordatorios, listas de la compra o la última proeza académica de tus hijos, puedes encontrarte con un inconveniente.
Si tienes una nevera de última generación con pantalla táctil, el campo magnético podría afectar al funcionamiento o la calidad de la imagen de la pantalla. Pero esto, además de ser lo peor que podría pasarte por usar imanes en la nevera, es muy poco probable.
En cualquier caso, si lo piensas bien, si tu frigorífico tiene una pantalla que te va informando de lo que necesites saber, ¿qué necesidad hay de apuntar cosas en cuartillas de papel y sostenerlas con un imán?