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Las propiedades de la miel al descubierto un alimento ancestral

Un alimento clave y saludable que además es natural

Los seres humanos hemos tomado en mucha consideración el consumo de la miel desde épocas remotas, por lo que existen evidencias de recolección de este alimento que se remontan hasta el año 8000 antes de Cristo. Los egipcios mantenían ofrecimientos de miel a los dioses, mientras que los griegos, chinos y romanos lograron conseguirle usos medicinales al emplearla en la curación de las heridas así como en el correcto tratamiento de las fiebres y de los problemas estomacales y digestivos. En la actualidad este alimento goza de una elevada fama relacionada con sus incontables propiedades curativas y hasta milagrosas, pero ¿Está esto demostrado de un modo científico? Una pregunta que a continuación resolveremos y podremos conseguir verificar cuáles de sus propiedades han sido probadas por la ciencia.

Así como el Aloe Vera es una planta con importantes propiedades, a la miel se le atribuyen grandes cantidades de propiedades curativas, desde una capacidad para la reducción de las úlceras hasta la regulación de los niveles de azúcar en sangre. Todo ello mientras se asegura que es capaz de prevenir el cáncer o de minimizar las enfermedades cardiacas; sin contar que calma la tos, alivia el dolor de garganta, aumenta el rendimiento deportivo y que funciona como un alimento afrodisiaco y antibiótico. Por lo que se ha colocado a la miel a prueba y estos son los resultados de los diversos estudios, para atribuirle de un modo científico sus propiedades.

Los beneficios de la miel y las propiedades

Si bien la miel ostenta ser una cuarta parte más dulce que la misma azúcar de mesa (+ 25 %) es importante recordar que se encuentra constituida principalmente por agua (18 %), mientras que de glucosa y fructosa logra alcanzar promedios de hasta un 80 %. Pero también se encuentran en su fórmula más de 150 compuestos en cantidades minúsculas que son responsables de la gran mayoría de sus propiedades medicinales, curativas y nutricionales que se le imputan. Todos estos compuestos y la misma configuración dependerá de las diversas flores de procedencia de la miel, de allí que evidentemente las mieles no son iguales y las mismas varían tanto de una localidad a otra como en dependencia de la estación del año.

minerales enzimas antioxidante

Una rica fuente de nutrición con vitaminas, minerales y compuestos

Sus aportes de minerales donde destaca en potasio, así como vitaminas donde mayoritariamente está el ácido fólico, vitamina C y vitamina B9 y una gigantesca cantidad de compuestos derivados, enzimas, ácidos orgánicos, polifenoles, carotenoides, aminoácidos así como compuestos aromáticos; la dotan de una gran capacidad para ser un alimento nutritivo en extremo. Estos compuestos fenólicos son los responsables de muchas de las funcionalidades medicinales y saludables que caracterizan a la miel.

Estas propiedades han logrado ser demostradas a nivel de laboratorio o mediante animales de laboratorio, logrando cualidades tanto in vitro como en vivo. Y en muchos casos se han logrado llevar a cabo estudios clínicos utilizando personas. Los resultados de este apartado han sido alentadores y hasta asombrosos al lograr verificar los aportes de la miel a la nutrición y por ende para ser catalogado como un alimento que goza de una excelente tasa de nutrición.

La miel y sus funciones antiinflamatorias y antioxidantes

Sus potencialidades como un compuesto antioxidante han sido demostradas igualmente (in vitro – en vivo), los múltiples estudios llevados a cabo han permitido conseguir resultados donde es posible asegurar que es un alimento genial para estimular los sistemas defensivos de los tejidos en los animales de laboratorio, es decir que mantiene amplias propiedades antioxidantes. Y que el consumo de miel, ya sea de un modo unilateral o combinada con otras terapias tradicionales es capaz de generar un destacado incremento en las capacidades antioxidantes de los seres vivos.

Asimismo sus efectos antiinflamatorios también gozan de ser demostrables mediante muchos estudios, esta propiedad es ejercida por la miel mediante varios mecanismos y utilizando variados agentes que son capaces de producir sustancias que gozan de la cualidad de ser bloqueadoras de sustancias proinflamatorias, adicionalmente su cualidad antioxidante obviamente potencia aún más su poder antiinflamatorio al promover la disminución del estrés oxidativo en los tejidos.

El consumo de miel también aumenta la producción de linfocitos del tipo “T y B”, así como muchos tipos de anticuerpos y de diversas células encargadas de protegerte de los ataques externos a los que el cuerpo está indiscriminadamente expuesto en todo momento. Esta respuesta inmune es perfecta para dar inmunidad a los tejidos celulares y para conseguir la necesaria producción de monocitos, neutrófilos y eosinófilos. Todo esto en conjunto dota al cuerpo de un excelente sistema inmune y además estimula la producción de ácidos grasos de cadena corta, los cuales mantienen una confirmada actividad inmune moduladora para beneficio de la salud.

Disminución de los problemas cardiovasculares

Los problemas cardiovasculares son responsables de una gran cantidad de enfermedades y de muertes a nivel mundial y es que su amplitud y sus derivaciones de una mala dieta han sido demostradas hasta el cansancio. Pues la miel permite una significativa reducción del colesterol dañino en aquellos pacientes que sufren de hiperlipidemia. Por lo que esta mejoría en el perfil lipídico de los pacientes afecta de un modo directo e indirecto en reducir los índices de riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Su efecto antimicrobiano y preventivo de úlceras gástricas

La demostración de que la miel es una potente inhibidora del crecimiento de bacterias está más que comprobada y es que al mismo tiempo frena de un modo categórico la replicación de muchos agentes patógenos, hongos y por supuesto virus, lo que le confiere propiedades antimicrobianas que parten de su perfecta actividad enzimática y de muchos compuestos donde sobresalen los ácidos, terpenos y muchos alcoholes que también apoyan esta actividad antibacteriana.

En ratones de laboratorio se ha logrado constatar una excelente actividad contra las úlceras, tanto desde el punto de vista preventivo como desde el punto de vista curativo, gracias al aumento de prostaglandinas que actúan como protectoras de la mucosa gástrica, inhibiendo de un modo excelente las diversas secreciones gástricas y por ende desarrollando una categórica prevención de la formación de las molestas úlceras pépticas.

Cáncer y diabetes como punto de debate para la miel

Se han llevado a cabo estudios diversos empleando ratones de laboratorio y se ha logrado determinar que diversas mieles son capaces de desempeñar un destacado papel en la regulación de los niveles de glucosa en sangre. Pero los científicos aún tienen ciertas advertencias al asegurar que la miel igualmente se metaboliza de un modo igual al de la dañina azúcar de mesa, por lo que existen opiniones encontradas con relación a este apartado.

Con respecto a sus propiedades anticancerígenas, la miel ha demostrado un efecto contra las células cancerosas de ciertas partes del cuerpo (piel, útero, mamas) pero únicamente en la placa de Pietri y por los momentos los ensayos en humanos no se vislumbran o están en estatus de pendiente. A pesar de esto, la miel es un alimento que promete muchísimo tanto como anticancerígeno como preventivo de las diversas enfermedades cardiacas gracias a sus elevados niveles de antioxidantes.

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