Crear un entorno romántico para disfrutar en pareja la noche de San Valentín es lo que cualquier persona enamorada tiene estos días en la cabeza. Preparar un buen plan, elegir una cena y un lugar para pasar esa noche y llenarla de elementos que evoquen al amor y a la pasión… por ahí va la idea.
Si eres una de estas personas y todavía andas terminando los detalles de tu noche del 14 de febrero, tenemos algunas sugerencias para ti. Existen varios alimentos que pueden ayudarte a subir la temperatura de la noche de los enamorados. Toma nota.
Los alimentos que no pueden faltar en San Valentín
Estos seis alimentos tienen como objetivo reavivar la pasión, despertar el deseo y hacer de la noche de San Valentín una velada con un ambiente a la altura de vuestro amor. Una relación sigue viva mientras que quienes están en ella sigan teniendo la capacidad de sorprender a la otra persona. Dicho de otra manera, de volver a enamorarla en cada oportunidad.
La comida suele jugar un papel muy importante en esto de las sorpresas románticas, como los desayunos a la cama, preparar una cena con velas, etc. Pero existen unos alimentos que no pueden faltar en esas sorpresas o que deben formar parte de la noche en algún momento porque son infalibles para que llama del amor llega más alto esa noche. Esos alimentos son el chocolate, las fresas, el marisco, el vino tinto, la canela y el jengibre.
Vino tinto para abrir la noche de San Valentín
El vino tinto es una buena manera ideal de empezar esta noche especial y puede acompañar a la cena. No se trata de acabarse una botella a medias pero si de tomar una o dos copas que pueden ser una muy buena manera de romper el hielo. Como todas las bebidas alcohólicas, tiene la capacidad de desinhibir y crear un ambiente relajado mientras la conversación nos va metiendo en la velada. Además, el vino tinto es un estupendo afrodisíaco para las parejas, con la capacidad de aumentar el deseo y la excitación.
Una cena con mariscos
El marisco no es solo un bocado delicioso para una noche especial. Además, está demostrado que tiene un gran papel en el aumento del deseo. Y tiene su explicación. Esto debido a su alto contenido en zinc, que afecta principalmente a los hombres, ya que ayuda a producir hormonas sexuales clave, como la testosterona y la prolactina. No es casualidad que salgan tantas parejas nuevas de las bodas.
Una pequeña bandeja para dos, con una variedad de mariscos, para el centro de la mesa de tu cena de San Valentín será un acierto en todos los sentidos para vuestra noche de enamorados.
Fresas y chocolate a los postres
Todo un clásico de escenas o ambientes relacionados con el deseo, la pasión, el romance…. Una fuente de fresas y otra de chocolate no pueden faltar después de la cena. Las fresas son un buen afrodisíaco debido a que optimiza las funciones del sistema nervioso y endocrino. Aunque es bastante frecuente tomarla con nata o azúcar, lo más recomendables es consumirla al natural y sin ningún tipo de aderezos ya que la combinación con puede afectar su funcionamiento. Además, es más saludable.
El chocolate, por su parte, es uno de los afrodisíacos más famosos. Esto se debe a su alto contenido en fenilalanina, un sustancia que eleva la energía, el humor y la atención. Más conocida es la capacidad del chocolate para estimular la secreción de serotonina, hormona que influye directamente sobre el ánimo. Por cierto, a mayor índice de cacao, mejores resultados.
Un par de ayudas: jengibre y canela
Puede que el jengibre no este dentro de una imagen romántica ni sea lo primero que se te venga a la cabeza para crear ambiente. Sin embargo, usado como aderezo o aromatizante en algún plato es una gran idea para San Valentín. Esta raíz mejora la circulación sanguínea y su aroma es muy agradable —si lo manipulas después de comer marisco, el olor se te irá de las manos enseguida—.
La canela tiene propiedades afrodisíacas por su olor y el toque dulce que puede darle a tus postres y bebidas. Te recomendamos tener un poco a mano ya sea en rama o en polvo.