El modelo de trabajo en remoto es cada vez más común, especialmente en empresas para cuya tarea no necesitas más que un ordenador y conexión a Internet. Aunque está quien prefiere ir a la oficina, esta nueva forma de trabajar está teniendo muy buena aceptación ya que suele permitir una mejor organización de nuestro tiempo y, por lo tanto, de nuestra alimentación.
Y es que una de las principales ventajas con las que cuentan las personas que «teletrabajan» es el tenerlo más fácil para llevar un estilo de vida saludable, ya que no tener que desplazarte a un lugar de trabajo reduce el nivel de estrés, permite dedicar una parte del día al ejercicio y cuidar una alimentación equilibrada rica en frutas, verduras frescas y de temporada.
Trabajar desde casa permite una dieta con más fruta y verdura
Un informe titulado ‘Sociedad y decisión alimentaria en España’, presentado por el Instituto Universitario CEU Alimentación y Sociedad ha puesto de manifiesto que las personas que trabajan en remoto dedican más tiempo a la cocina, tienen tiempo para preparar más platos elaborados con legumbres y verduras y reducir así los fritos, precocinados y comidas de preparación rápida.
Además, comer en casa facilita que tengamos tiempo para tomar una pieza de fruta de postre, en lugar de tener que volver corriendo a nuestro puesto. De hecho, se suele dedicar un cuarto de hora más a comer. Otro beneficio importante de comer en casa a diario es que se reduce el consumo de bebidas alcohólicas, ya que al no comer en bares o en entornos sociales se tiende a acompañar los alimentos con agua.
Compras con más frutas y hortalizas de temporada
Para poder comer de una manera saludable es necesario tener un espacio del día que se pueda dedicar a planificar las compras y elegir el mejor momento para ir al mercado. El teletrabajo ayuda a que podamos hacer una compra saludable que cubra las necesidades nutricionales, planificar un menú semanal variado y poder cumplirlo.
El informe hace referencia a la importancia del consumo de fruta fresca, local y de temporada. Esto no solo tiene consecuencias positivas sobre nuestra salud. Resulta además un modelo de consumo más sostenible, medir nuestro consumo es favorable para nuestra economía y, además, encontraremos frutas y verduras más sabrosas.
Es mucho más sencillo consumir alimentos saludables en un modelo de teletrabajo que con los empleos presenciales. Ya que el tener acceso a frutas siempre que queramos evita que tomemos azúcares industriales, como los que se suelen encontrar en las máquinas expendedoras de los lugares de trabajo para picar entre comidas.
La calidad de la alimentación disminuye con la bajada de sueldos
Los ecos de la pandemia todavía resuenan en los ingresos económicos de gran parte de la población española. No ha afectado a todo el mundo por igual y un 35% de las personas encuestadas para el informe reconoce que su situación económica ha empeorado sensiblemente.
El dato toma importancia en la investigación, ya que esta destaca que cuanto menor es el nivel de ingresos, la dieta es de peor calidad. Sobre todo porque aumenta la frecuencia con la que se adquieren productos de menor precio y disminuye el consumo de frutas, verduras y hortalizas de temporada, además de otros alimentos frescos como la carne o el pescado. Esta disminución se acentúa cuanto mayor es la desproporción ente el nivel de ingresos en un hogar y el número de miembros que lo habitan.