Hoy, 21 de marzo, se celebra el Día Internacional de los Bosques, una jornada ideada para concienciar sobre la importancia de todos los tipos de bosques y de los árboles fuera de estos, en beneficio de las generaciones actuales y futuras. Para mantener la buena salud de nuestros bosques y, en consecuencia, del planeta, es importante optar por la madera sostenible. Y en la actualidad, son muchas las viviendas que apuestan por este material.
Y es que la madera es un material natural ligero, saludable y buen aislante térmico, además de un recurso renovable que se puede reciclar y reutilizar. Por todo ello, la construcción de casas en madera lleva varios años en auge, sobre todo pensando en términos de sostenibilidad y confort, dado que mejora la calidad del aire de sus habitantes -está absorbiendo dióxido de carbono durante su vida útil-, así como de las ciudades, villas o pueblos donde se ubican
Viviendas de madera: beneficiosas desde el punto de vista medioambiental y del bienestar
Son numerosos los beneficios de edificar viviendas en madera. A los medioambientales ya citados, se le unen los tiempos de ejecución de la construcción, mucho más reducidos que los de las convencionales, logrando además casas de muy alta eficiencia energética. Al tener una conductividad térmica muy baja, la madera es muy mala conductora del frío y del calor, por lo que elimina los puentes térmicos y contribuye a conseguir con facilidad en tu hogar elevada eficiencia energética.
Asimismo, la madera es un material que procura bienestar a las personas desde el punto físico, pues es cálida al tacto, para las manos y los pies. Pero también psicológico, al introducir naturaleza en los interiores urbanos. Tanto a nivel constructivo y de estructuras, como a nivel de mobiliario, sin duda la madera está en auge. En este punto, es importante incidir en la diferencia entre madera dura y madera blanda.
Es importante elegir bien el tipo de madera de nuestro hogar y nuestros muebles
Las maderas duras proceden de árboles como el arce, el castaño o el roble, por lo que son más resistentes pero también son más caras al pertenecer a especies de crecimiento lento. Por su parte, las maderas blandas proceden de árboles como el pino y el abeto, son las más utilizadas pues su crecimiento es más rápido, soliendo estar enfocadas a muebles más económicos y de interior -los muebles de madera dura están más enfocados a los espacios exteriores-.
Asimismo, cada vez es más frecuente, en pro de la sostenibilidad y cuidado del medio ambiente, usar madera recuperada, la cual puede obtenerse principalmente de dos maneras. Por un lado, piezas de madera que ya han sido usadas a las que se le da una segunda oportunidad. Al hacerlas entrar de nuevo en el ciclo de vida se minimiza el proceso de explotación de bosques que supone obtener madera nueva.
Por otro lado, está la madera que proviene de aserraderos, la cual es triturada para obtener productos derivados que implican procesos más elaborados. Se opte por una u otra, la ventaja de emplear madera es que, no sólo aportará calidez, estilo y diseño a la vivienda, siendo una tendencia al alza desde hace ya tiempo, sino que cuando la vida del mueble llegue a su fin, este podrá reciclarse.
Se debe optar por madera sostenible certificada
Es importante destacar que si se quiere conseguir que la madera sea un recurso renovable, es de vital importancia utilizarla de manera sostenible. Por ello, siempre han de elegirse productos de madera que se vayan a consumir o utilizar, y que provengan de empresas que respeten la legalidad en todo su proceso, además de poder acreditar que la madera es sostenible con los certificados que regulan y garantizan su procedencia, caso de los certificados FSC y PEFC, entre otros.
Para certificar la madera no solo se comprueba que los bosques están gestionados de forma sostenible -talando menos de lo que se planta-, sino que también comprueban la trazabilidad hasta que se utiliza como producto final. Ese control es muy importante para que garantice que las viviendas que se están construyendo realmente utilizan maderas de bosques sostenibles. Y es que, sin duda, sólo a través de unos bosques sanos se logrará tener poblaciones sanas.