Guardar alimentos que nos sobran o que queremos racionar en varios días utilizando tuppers es una de las prácticas más habituales en cocina. Este tipo de envases suelen estar fabricados en distintos materiales como plástico, vidrio o metal.
Esta variedad no se trata de un capricho en el diseño, cada material y modelo de recipiente tiene una función distinta y es adecuado para distintos alimentos. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha explicado las posibles consecuencias sobre el estado de la comida por un mal uso, y qué tuppers son los indicados para cada uno.
Los hábitos comunes en el uso de tuppers
Para conocer cómo se suelen utilizar los tuppers entre la población, la OCU ha realizado una encuesta a 1.048 consumidores de entre 18 y 74 años. Por norma general, materiales como el vidrio, la cerámica o el acero transmiten una mayor seguridad, mientras que el plástico se considera como posible transmisor de bacterias, sobre todo en un uso con comida caliente.
Asimismo, la gran mayoría encuestados reconocen no estar realmente informados sobre los usos de los tuppers. Es decir, que tomas este tipo de decisiones por una percepción o de manera intuitiva. Por, ejemplo, el vidrio y el acero se perciben como materiales más estables que el plástico.
Los riesgos reales según la OCU
Cuando vamos a usar distintos tipos de tuppers, ninguno supone un riesgo mayor que otros siempre que se haga un uso adecuado de cada tipo. En realidad, los envases de cristal, metal o plástico guardan prácticamente las mismas capacidades de conservar alimentos. Siempre y cuando sean envases fabricados expresamente para reutilización, como el caso de los tuppers.
Otros factores a tener en cuenta es saber qué tuppers son aptos para uso en el microondas, en el horno o para congelar alimentas. Normalmente, esto viene indicado en el etiquetado cuando compramos envases reutilizables.
La falta de información es el principal factor de riesgo
La falta de información es uno de los factores que más peligro suponen para la salud. Aunque existan envases diseñados para guardar según qué tipos de alimentos, la OCU recuerda que cualquier material es susceptible de descomponerse debido a las condiciones y mezclarse con los alimentos. La encuesta refleja, entre otros datos sobre la desinformación, que un 17% de la población no sabe que no todos los envases son aptos para el microondas, y un 22% considera que el uso de envases —sea del tipo que sea— nunca comporta ningún tipo de peligro.
No todos los envases son reutilizable
Otro clásico del almacenamiento de comida es que todo lo que tenga fondo y tapadera vale como tupperware. De hecho, un 43% de los encuestados por la OCU reutilizan envases como los de las mermeladas, tarrinas de helado, mantecas o las habituales cuando pedimos comida a domicilio, una vez que han terminado el producto original para guardar otro tipo de alimentos.
Está práctica es segura cuando se reutilizan envases de cristal, como los tarros de mermelada o algunas salsas. Sin embargo, las tarrinas de plástico no deben ser reutilizadas nunca con fines relacionados con la alimentación, ya que la probabilidad de contaminación química es muy alta.
Las recomendaciones de los expertos
La recomendación de los expertos en química y alimentación consultados acerca de los resultados es que no se reutilicen envases de plástico que no hayan sido fabricados de manera expresa con ese fin.
Por otro lado, consideran como las opciones más seguras el vidrio, la cerámica y el acero inoxidable. Y, por último, consultar las especificaciones sobre los usos —microondas, horno, congelador, etc.— en la etiqueta o en el propio envase.