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Claves expertas para elegir un sofá para tu salón

A la hora de adquirir el "mueble estrella" de tu vivienda, has de tener en cuenta factores como la calidad, la comodidad o la resistencia. Descubre cómo saber si tu opción es la más acertada

A la hora de comprar un sofá, los expertos del sector aconsejar tener en cuenta principalmente tres aspectos: las medidas del salón, su distribución y, aunque pueda parecer obvio decirlo, cuántas personas lo utilizarán a diario. Si vas a una tienda física, prueba diferentes modelos así como distintas maneras de sentarte, aparte de elegir asientos fijos o extraíbles, motorizados, etc. En cambio, si decides comprar un sofá online, fíjate bien en las medidas, verifica al vendedor y comprueba si el sofá tiene opiniones de otros compradores, te ayudarán, y mucho, a decidir. Y, si quieres más información, no dudes en ponerte en contacto con la tienda. Seguro que te ayudan en todo lo que necesites.

Claves para elegir un sofá de calidad

A la hora de elegir el sofá perfecto para tu vivienda, has de probar su comodidad, y para ello, debes tener en cuenta varios puntos. Para empezar, las caderas. Al sentarse, estas nunca deben quedar más hundidas que las rodillas para que no te cueste incorporarte. Además, con los pies en el suelo, al apoyar la espalda contra el respaldo del sofá debes poder apoyar también los pies en el suelo. En cuanto a la zona lumbar, con la espalda apoyada en el respaldo, los riñones deben quedarte protegidos evitando que el cuerpo se deslice hacia abajo.

familia sentada en un sofá

Debe prestarse atención a las rodillas y, al sentarte, el borde del asiento no debe presionarte la parte posterior de la rodilla. Tampoco ha de olvidarse del reposabrazos, que tendrá que estar a la altura del codo, no más bajo. Es importante incidir en que el sofá tiene una misión complicada, que es la de adaptarse a toda la familia y a todos los usos que esta les de –ver la tele, leer, charlar…–, por ello es importante que sea de calidad, pues así te duran muchos años. ¿Cómo saber si el que elegimos es de calidad?

Tan fácil como viendo si cumple tres requisitos. El primero es que debe contar con una estructura de madera maciza o metálica –de acero o aluminio–. El segundo es que disponga de un sistema de cinchas o de muelles en zig-zag que aguante los cojines. Sea uno u otro sistema, lo ideal es contar con un mínimo de cinco tiras paralelas al chasis por cinco perpendiculares por cada asiento. Y por último, que las patas formen parte de la estructura del sofá. Porque las que están atornilladas son más inseguras y, al mover el sofá para limpiar, suelen acabar aflojándose.

Rellenos de calidad y tapicerías

Para comprobar su resistencia, aplica este truco de profesional: levanta una de sus patas delanteras a 15 cm del suelo y, si la otra se levanta a la misma altura y no queda más baja, es que el armazón es resistente. Otro factor que determina la resistencia del sofá es que sea transpirable. Y para eso, es básico el tapizado. Cuanto más transpirable sea mayor confort dará. También el relleno será clave para que transpire. ¿Cuál es el mejor? Para los asientos, la pluma de oca o pato por su comodidad –aunque su precio es alto–. La combinación del sofá con los cojines también es importante: elígelos cómodos, mejor de plumas y que se adapten bien a tu espalda.

Y es que, volviendo al tema de la comodidad, es importante que el sofá no sea ni blando ni duro. Para ello, los rellenos deben ser de calidad. Como norma general el respaldo debe ser más blando que el asiento. La espuma viscoelástica, los muelles o la espuma de poliuretano HR, que tiene una gran resistencia y durabilidad y se deforma poco, son las opciones habituales. Los respaldos deben ser de pluma, de fibra hueca siliconada de alta recuperación o de espuma HR y se aconseja cambiarlos cada 5-6 años para recuperar la densidad y no perder confort.

Centrándonos en las tapicerías, las hay de varios tipos. La de algodón, por ejemplo, es muy elástica, resistente y no se deforma con facilidad. También es fresca, lo que la hace ideal para dar un look natural a tu sofá y con ello, a tu salón.
Disponible en numerosos colores y estampados, es una tapicería muy adaptable a todo tipo de decoración. En cuanto a la de chenilla, es muy suave, pues tiene una mezcla de tejidos que le dan un acabado aterciopelado. Está tapicería tiene mezcla de fibras sintéticas y naturales, por lo que es más resistente y se arruga menos, y además es cambiante por su efecto tornasolado, que hace que modifique su color según la luz que recibe.

Una de las más solicitadas, la tapicería de piel, resiste bien el paso del tiempo, e incluso desgastada tiene un plus decorativo. Es adaptable a todo tipo de ambientes, desde los más modernos a los más clásicos, y su limpieza es muy sencilla, pues se puede realizar con un paño humedecido en agua y con crema especial cada 4 o 6 meses. Por último, está la tapicería técnica, la cual se caracteriza por sus resistencia a las manchas. Cuenta con tratamiento «Aqua Clean», que permite eliminar cualquier mancha solo con agua, y dispone de variedad tanto de texturas como de colores, adaptándose a cualquier estilo.

Si hay niños en casa se recomiendan las fundas

Mención merecen también las fundas de sofá, especialmente si tienes niños en casa, pues estas te permitirán proteger su tapicería y será más fácil limpiarlo a menudo. Además, cambian la imagen del salón en un santiamén. Con una funda de color, puedes renovar el look del salón e incluso contar con una distinta para cada época del año. Las hay que se adaptan perfectamente a cualquier estructura, incluso a chaise longues y a sofás con sistemas mecanizados. En el mercado hay una gran variedad que se adapta a todas las necesidades.

Hoy en día pueden encontrarse sofás de todo tipo, desde los que cuentan con espacio bajo el asiento de la chaise longue, ideales para guardar mantas o cojines a otros que disponen de estantes en los laterales de los brazos, perfectos para guardar objetos pequeños como libros y mandos. Incluso puedes encontrarlos con asientos deslizantes, sincronizados con los respaldos y que se convierten en tumbonas en menos de un minuto. También los hay con altavoces integrados que se pueden conectar al móvil o a la tele. También los sofás cama han mejorado sus mecanismos y ahora son mucho más cómodos y fáciles de usar. Sin duda, hay un sofá para cada casa y para cada familia.

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