Los desechos vegetales son un grave problema a nivel mundial, y lo peor del caso es que en vez de lograr una correcta disminución de los mismos, estos evidentemente siguen en constante aumento en cuanto a cantidad. Razón más que suficiente para que muchas empresas aboguen por conseguir tecnologías y procedimientos que puedan lograr un resultado benéfico de ellos y ahora es posible gracias a las biorrefinerias. Actualmente, se están aprovechando los desechos de las zanahorias para usarlos en el campo y para desarrollar biocombustibles como el bioetanol, alcanzando de esta manera el poder ofrecerles a estos tubérculos (las zanahorias de las hortalizas más cultivadas en el planeta) una segunda vida.
Además de proporcionar una excelente visión y de darte una piel radiante gracias a sus grandes dosis de betacarotenos, las zanahorias te regalan 320 mg de potasio y 35 mg de fósforo capaces de mantener un sistema cardiaco y muscular estable y saludable. Además de 835 μg de Retinol en forma de vitamina A para combatir las arrugas e incentivar la producción de ácido hialurónico. Ahora es posible lograr obtener el 100 % de ellas gracias a complejos procesos para lograr convertir sus desechos en abonos agrícolas, biofilms para la industria alimenticia, espesantes y gelificantes para las farmacéuticas y combustibles ecológicos.
Las zanahorias, una mirada más cercana a sus potencialidades
Las zanahorias atraviesan un proceso bien definido desde su cosecha, estas son transportadas a las plantas de empaque donde todas aquellas que no cumplen con los requisitos de calidad (tamaño, color, forma) son desechadas y apartadas. Principalmente, son acumuladas en los campos cercanos para culminar en forma de consumo animal, pero muchas veces esto no ocurre y según cálculos más precisos solo se logra aprovechar cerca del 10 % de toda las que no cumplen con los estándares de calidad.
Un uso muchísimo más sostenible es posible gracias a la actuación y al impacto de las biorefinerías, gracias a ellas es posible lograr un ideal aprovechamiento sumamente cercano al 100 % de las zanahorias y así conseguir eficiencia, ahorro, maximización de ingresos y eliminar las grandes pérdidas de material vegetal cultivado.
Esto evidentemente representa una descomunal perdida de un alimento que sin lugar a dudas podría aprovecharse. Lo que nos dirige al siguiente nivel: donde científicos han logrado estudiar detenidamente la composición de esta hortaliza determinando que mantienen un 80 % de agua, así como azúcares fermentables (mediante los cuales lograr producir alcohol) y una excelente cantidad de fibra y carotenos.
Es decir que las zanahorias al ser procesadas mediante estos puntuales procesos (de refinación) te permiten alcanzar una excelente producción de sustancias derivadas con un excelente valor monetario y comercial: como combustibles (bioetanol), fibras, colorantes naturales, biofilms, fertilizantes, abonos orgánicos, ácido láctico y un largo etc.
Transformando las zanahorias en múltiples aplicaciones
Gracias a los azúcares las zanahorias pueden fermentarse y lograr la correcta producción de bioetanol, combustible que a su vez puede funcionar para seguir operando y logrando aun un procesamiento más intensivo de estas hortalizas hasta lograr la extracción de otros diversos bioproductos como fibras dietarías y los muy estimados carotenos. Las aplicaciones son innumerables y pueden funcionar desde la industria agrícola, farmacéutica, alimenticia, perfumería y cuidado personal, entre otras.
Esto permite una increíble variedad de diversas aplicaciones para las zanahorias que en definitiva serian tiradas a la basura en cantidades industriales. Con ello se busca mantener desde un planeta mucho más sostenible hasta lograr el correcto y máximo aprovechamiento de productos y alimentos necesarios para diversificar los posibles usos, además de generar recursos y de exprimir al máximo las plenas capacidades de este alimento a nivel mundial.
Un futuro prometedor gracias a las biorefinerías
Las zanahorias representan a nivel mundial un alimento imprescindible para la dieta de millones de personas, aportando minerales y vitaminas indispensables para un óptimo funcionamiento del organismo humano y permitiendo una amplísima variedad de diversas preparaciones que pueden ir de maravillas como entradas, platos principales o guarniciones, sin olvidar el importante uso infantil que mantienen mediante su incorporación a las papillas y en los diversos platos de cuchara como esta deliciosa crema de zanahorias sumamente sencilla de preparar y muy deliciosa.
Actualmente y con la tecnología disponible es posible lograr producciones estimadas de una aceptable calidad y cantidad, es decir, por cada 100 toneladas de zanahorias desechadas es posible lograr producir 3 toneladas de fibra, así como 25 kilogramos de caroteno con un precio excelente de hasta 800 euros / kilo. Además de 5 mil litros de alcohol, con ello se busca no solamente aprovechar al máximo la rentabilidad, sino que disminuir la pérdida de un alimento que puede perfectamente ser utilizado para diversificar los ingresos y para mantener la correcta rentabilidad de este cultivo.