Comer cerezas es un placer que a todos encanta. Esta fruta cargada de vitamina A y vitamina C esencial para la salud es una de las favoritas en el verano. Gracias a la variedad existente se disfrutan a diario, sacando máximo provecho a sus minerales como el calcio, potasio, fosforo y magnesio. Además, la cereza es una de las protagonistas en recetas de postres, batidos, zumos y licores.
Realmente la versatilidad de las cerezas está comprobada, es por ello que muchas personas han optado por conservar este alimento rico en propiedades nutricionales. Para tal fin se requiere de una selección compleja, pues tienden a estropearse y en algunos casos el sabor es completamente diferente. Hay distintas maneras de comer esta fruta en forma de corazón, solo debes tener cuidado de no cometer algunos errores al elegirlas y conservarlas.
Errores comunes al elegir y conservar las cerezas
Una de las cosas que debes tener presente al momento de comprar las cerezas es que debes comerlas antes de que se estropeen. La cereza es considerada una superfruta, no solo por sus propiedades, sino por su vida útil bastante condicionada. Pero al mismo tiempo es un fruto bastante delicado, por lo que, es necesario evitar cometer errores al momento de elegirlas en el mercado y conservarlas para su futuro uso.
Perderse entre tanta variedad
Concentra la atención en los dos tipos de cerezas que existen, las dulces y las agrias; y algunas especies híbridas. Las más populares son las dulces, están en todos los mercados y tiendas, lo que sucede con ellas es que se consiguen de diferentes tonalidades, tamaños y formas. En ese sentido, algunos suelen perderse tratando de adivinar si están llevando las adecuadas.
La verdad es que, la variedad de cerezas está en evolución constante y dividirlas es categoría es muy complicado. No intentes elegir la fruta basándote en una sola característica porque son muchísimas, disfruta de cada una de ellas. Las vas a encontrar dulces, jugosas, ácidas e incluso con diferentes aromas.
Tono inadecuado
Una tarea difícil es confiar en el color que tiene cada una de las variedades de cerezas, para saber si están más frescas. Lo que sucede es que, sin importar el tono, es decir, muy rojas, oscuras, rosáceas o de dos tonalidades, el sabor sigue siendo dulce y delicioso. Recuerda que las más comunes en el mercado son las rojas.
Como regla general elige las cerezas de color rojo intenso, brillante, ese es el tono adecuado, no el opaco o apagado. Estas suelen ser las de media temporada o de cosecha temprana. Las más oscuras y carnosas, son algo tardías.
Elegir siempre las más grandes
Aunque no lo creas, el tamaño no importa cuando a la calidad de las cerezas se refiere. Un error muy común es pensar que la cereza más grande es la mejor, obviando todo el sabor de la más pequeña. Por ejemplo, el sabor de las cerezas picota, que mide 22 mm, es tan refinado que la empresa de los bombones más populares ha decidido comprar toda la producción para confitarlas y producir su dulce.
En las plantaciones modernas se riegan mucho más las plantas con frutos grandes, pero debes saber que a mayor cantidad de agua el sabor se va deteriorando. En ese sentido, el tamaño, en algunas variedades, puede ser engañoso.
Diferenciar las tardías de las primeras
Las cerezas son frutas muy delicadas, su temporada inicia en mayo y se deben recolectar en el momento justo, pues una vez recogida, deja de madurar. Lo que diferencia las primeras de las tardías es el tiempo en que se recolectan. Las primeras llegan la primera semana de mayo. Sin embargo, tanto las primeras, las intermedias o las tardías son igual de sabrosas.
En el mercado se encuentran de acuerdo a su variedad, lugar de siembra y el tipo de plantación. Las de zonas más altas, es decir uno mil metros, se recogen de forma tardía, son las más ricas, crujientes y son más grandes que las primeras, plantación ubicada, por lo general, a 200 metros de altura.
Lavarlas en exceso
Al tratarse de un fruto tan delicado como la cereza, hay cuidados que no se pueden pasar por alto. El exceso de agua y de frío pueden perjudicar esta fruta, ya que su piel es muy delgada. No debes lavarlas y luego guardar en la nevera, tampoco si tienes pensado comerlas unas horas después. Lo más recomendable es echarle agua durante escasos segundo y comerla inmediatamente.
Conserva las cerezas por más tiempo
Las cerezas son tan ricas que de seguro querrás usarlas en diferentes recetas. Puedes guardarlas sin lavar, en la nevera y se conservarán por unos 15 días. Es importante colocarlas en un espacio donde el frío no las toque de manera directa.
Otra opción para conservarlas por más tiempo es en el congelador. El envase debe estar completamente seco, separa una de otras o si lo prefieres, guárdalas con un poco de almíbar ligero. En este caso, las variedades más oscuras soportan más la congelación.